La Parroquia de Santa María de las Nieves de La Rinconada está en pleno proceso de restauración de su retablo mayor, tras un ataque de terminas que había afectado gravemente la estabilidad del mismo y la integridad matérica de la obra.
El pasado mes de abril se procedió al desmontaje completo del retablo, por indicación de los técnicos de la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural, Agustín Martín y Antonio Gamero, ya que habían empezado a producirse desprendimientos de piezas importantes como molduras o fragmentos de esculturas. “El problema es que la termita va horadando el soporte por dentro y no somos conscientes del verdadero alcance del ataque”, explican fuentes de la Delegación Diocesana de Patrimonio.
El proyecto de emergencia presentado por los técnicos de esta delegación planteó, en primer lugar, aplicar un tratamiento de anoxia para erradicar los insectos que se encontraban por el interior de las piezas del retablo. “Este tratamiento se ha llevado a cabo durante un mes y medio aproximadamente y se han tenido todas las piezas insertadas en unas bolsas herméticas a las cuales se les ha extraído el oxígeno para conseguir eliminar cualquier actividad de los xilófagos”, señalan.
Recuperación del “esplendor perdido”
Tras el tratamiento contra los insectos, se ha procedido con una limpieza superficial de todas las piezas, “mediante una aspiración controlada ayudado con brochas de pelo suave para evitar desprendimientos de las capas frágiles”. Posteriormente, se llevó a cabo la recuperación y estabilización del retablo interviniendo las piezas de manera integral, “priorizando la devolución de la consistencia material del soporte, así como la fijación de las capas de policromía y dorado”, añaden. En este sentido, Martín y Gamero han apuntado que “en esta intervención se contempla, no solo la arquitectura del retablo, sino de toda la ornamentación y las esculturas que lo conforman dentro del programa iconográfico del mismo. La fijación de los estratos se ha realizado con la inyección de adhesivo entre las capas que tenían problemas de cohesión y con levantamientos. En el caso de las encarnaduras se procedió a la fijación con cola animal y asentado con calor controlado”.
Por otra parte, para las tareas de consolidación de las partes estructurales de las piezas se ha contado con la colaboración del carpintero-ebanista José Juan Jaén, especializado en la intervención de patrimonio histórico.
Actualmente, la restauración continúa con un procedimiento de limpieza química del dorado y las policromías, “devolviéndole a las piezas el esplendor perdido con el paso de los años”.
En definitiva, explican Antonio Gamero y Agustín Martín, “lo que se pretende con esta intervención -que se extenderá hasta el mes de enero- es devolverle a la obra la estabilidad material y estructural como prioridad, además de devolverle los valores perdidos y recuperar la visión original de la obra en su momento de ejecución, tal y como lo concibieron los artistas que la crearon. Es importante revisar los criterios y debe de imperar la visión de una obra terminada con una imaginería expuesta al culto público y que cumpla la función de acercar a los fieles a la oración a través de la contemplación de las bellas imágenes policromadas. De esta manera se pone en valor una pieza de gran importancia para la Iglesia de Sevilla y en especial para el pueblo de La Rinconada”.
Una llamada a la colaboración
La Parroquia de Santa María de las Nieves, de La Rinconada, está realizando un gran esfuerzo para acometer esta restauración. Para ello, explica el párroco Álvaro Montilla, han contado con la colaboración financiera de distintas entidades, instituciones y hermandades, así como con la participación de muchos feligreses y particulares. Además, se han venido realizando distintas campañas de recaudación de fondos como venta de dulces, rifas, viajes, cuotas personales, etc.
Igualmente, el párroco ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento de la localidad, “que desde el primer momento con una gran predisposición, se han puesto a nuestro servicio ofreciéndonos unas naves cerca de la Iglesia para ejecutar los tratamientos, así como la participación económica con una aportación generosa de 40.000 euros”.
Por su parte, la propia parroquia también ha aportado esa cantidad para sufragar los gastos de la restauración. Si bien, como el presupuesto inicial se ha incrementado durante la intervención, está previsto que aun realice un nuevo pago. Por este motivo, el párroco ha hecho una llamada a la generosidad de los rinconeros para colaborar con la recuperación de uno de los elementos más singulares del templo.
Mientras concluye la restauración retablo, el presbiterio de la parroquia rinconera ha recuperado el ábside posterior, oculto durante siglos, donde se ha colgado un Cristo neogótico de finales del siglo XV, dignificando el espacio y promoviendo a la oración.
Promoción del empleo juvenil
Por su parte, la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural es la responsable técnica del proyecto, que está desarrollando gracias al Plan EMPLEARTE, “por el que se contratan los trabajos de conservación y restauración a personas que han colaborado en años anteriores con las prácticas en la Archidiócesis, promoviendo el empleo juvenil y ese impulso laboral tan necesario hoy día”. El equipo de intervención formado por cuatro restauradores (María Barrera, Fátima García, Pablo Tejero y Carmen Gallego) está dirigido por los técnicos de la Delegación de Patrimonio, Agustín Martín y Antonio Gamero.
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