Rutinas indirectas que predisponen el ejercicio.

Comparte

🌙 La noche anterior (preparación pasiva)

  1. Deja la ropa de deporte lista y visible
    Colócala al lado de la cama o en el baño. Minimiza fricción y reduce la decisión por la mañana.
  2. Prepara el desayuno o snack post-ejercicio
    Saber que tendrás algo listo tras entrenar refuerza el hábito.
  3. Define exactamente qué harás
    No digas “haré algo de ejercicio”, sino: “haré 20 minutos de estiramientos y 15 de cardio en casa”.
  4. Ve a dormir más temprano
    La falta de sueño es una de las principales razones para fallar en el ejercicio matutino.
  5. Visualiza mentalmente el entrenamiento
    Haz un repaso de la sesión mientras te acuestas: esto activa tu cerebro hacia el compromiso.

🌅 Al despertar (rituales de activación)

  1. Luz solar o lámpara de luz blanca
    Activar tu ritmo circadiano con luz ayuda a salir de la somnolencia.
  2. Toma un vaso de agua nada más despertarte
    Rehidrata, acelera el metabolismo y te activa de forma natural.
  3. Música motivadora desde el primer minuto
    Usa una lista de reproducción que asocies con movimiento.
  4. Haz una rutina corta y no física (como leer o rezar)
    Un ritual breve que te centre mentalmente ayuda a ponerte en marcha.
  5. Evita revisar el móvil en la cama
    Perder 20 minutos en redes aplasta tu energía inicial y pospone el entrenamiento.

🧠 Psicología y entorno

  1. Crea un sistema de micro-recompensas
    Ejemplo: solo tomas tu café favorito después del ejercicio. O llevas un registro de días consecutivos.
  2. Hazlo con otra persona (presencial o por app)
    La responsabilidad compartida aumenta la probabilidad de cumplir.
  3. Diseña un entorno que te recuerde que eres “alguien que entrena”
    Frases motivadoras, ropa deportiva a la vista, calendario marcado, etc.
  4. No pienses, actúa
    Haz del inicio del ejercicio una rutina automatizada (por ejemplo, al sonar la alarma, te levantas y te vistes sin pensar).
  5. Asocia el ejercicio con una actividad que disfrutes
    Ejemplo: escuchas un podcast o audiolibro que solo permites durante el entrenamiento.

🧩 Rutinas complementarias

  1. Toma duchas frías o tibias después del ejercicio
    Refuerzan el sistema de recompensa. Si las esperas, tu cuerpo querrá “merecerlas”.
  2. Haz seguimiento visual del progreso
    Usar apps o notas físicas para marcar avances diarios crea motivación acumulativa.
  3. Integra actividades previas de bajo umbral
    Si no puedes entrenar directamente al levantarte, comienza con 3 minutos de estiramientos o caminar por casa.
  4. Haz una lista diaria de “hábitos clave”
    Y pon “ejercicio matutino” en primer lugar para recordarte tu prioridad.
  5. Define una identidad clara
    No digas “voy a intentar hacer ejercicio”, sino “soy alguien que entrena por la mañana”. Esto cambia tu autoconcepto.