CATÓLICOS EN SALAMANCA – José Carlos López Alejo: “La vida contemplativa es el alma de la misión”

Comparte

Con motivo de la Jornada Pro Orantibus, este sacerdote del Servicio diocesano para los Monasterios contemplativos invita a rezar por quienes sostienen a la Iglesia con su vida de oración y entrega a Dios. Destaca la presencia de jóvenes novicias en la diócesis y la próxima erección del Santuario Diocesano del Corazón de Jesús, impulsado por las Clarisas de Cantalapiedra

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

Este domingo, 15 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus, un día para dar gracias por quienes, en el silencio de los monasterios, dedican su vida oración y la contemplación, intercediendo por las necesidades de la Iglesia y del mundo.

La vida contemplativa en la Diócesis de Salamanca atraviesa una etapa de cambios, como reconoce el sacerdote del equipo del Servicio diocesano para monasterios de clausura, José Carlos López Alejo: “Hay cierre de monasterios, como el de las mismas Oblatas, que estamos ya en ese proceso”. Una situación que, en su opinión, es “reflejo de la situación actual”, de la sociedad y de la propia Iglesia. Sin embargo, lejos de transmitir un mensaje pesimista, destaca que esta forma de vida “goza de una buenísima salud, con algunos monasterios numerosos, como el de Cantalapiedra”, donde viven su consagración más de medio centenar de hermanas.

Actualmente, la diócesis cuenta con 18 comunidades de vida contemplativa, repartidas entre la ciudad y el ámbito rural. Ocho se encuentran en la ciudad, y las otras diez se ubican en localidades como Alba de Tormes, Cabrera, Cabrerizos, Cantalapiedra, Mancera de Abajo, Las Mestas, Peñaranda de Bracamonte y Vitigudino. La única comunidad masculina es la de los Carmelitas Descalzos del Monasterio de San José, en el Valle de las Batuecas. El resto son femeninas, pertenecientes a órdenes como las Agustinas Recoletas (2 comunidades), Carmelitas Descalzas (5), Clarisas (4), Dominicas, Franciscanas de la Tercera Orden, Isabeles, Oblatas y Salesas Reales. Todas ellas comparten una misma vocación: vivir centradas en la oración, la vida fraterna y la entrega a Dios. Por eso, se las considera el “pulmón espiritual” de la diócesis, por su papel de intercesión constante por la Iglesia diocesana.

Una vocación desconocida

Para López Alejo, uno de los mayores retos que afronta hoy la vida monástica es su desconocimiento. Por eso, considera que una jornada como la de este domingo es una buena ocasión para acercarse a esta realidad: “Conocerla para poder valorarla. Compartir su oración, visitarlas, escuchar su testimonio…”.

Frente a una sociedad marcada por el ruido y la prisa, este sacerdote recuerda que la vida contemplativa ofrece un modo distinto de vivir: más centrado en lo esencial, en el silencio, la oración y la presencia de Dios. “La vida contemplativa es el alma de la misión”, afirma López Alejo, citando al papa Francisco. También trae a la memoria una frase de San Agustín: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti”. Esa inquietud del corazón, explica “es el puesto de la vida contemplativa, pero también es el de todo bautizado, del cual parte radicalmente la vocación contemplativa”.

Esta semana, la comunidad de Oblatas anunciaba su marcha de la diócesis y celebró su última fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote con una eucaristía el 12 de junio. La celebración estuvo marcada por la gratitud y la esperanza, como señala José Carlos López, “nos despedimos, ciertamente, con tristeza, pero también con esperanza, recordando las palabras del obispo durante la homilía. “Ellas han sembrado durante 75 años ese trabajo silencioso y constante de presencia y de oración por los sacerdotes”, destaca.

Aunque su marcha marca el cierre de una etapa, desde la diócesis se acoge también con ilusión la llegada de una nueva comunidad. “Si bien es de vida activa”, explica, “creemos que podrá aportar mucho en el trabajo apostólico y en la evangelización en nuestra diócesis”.

El futuro de las comunidades contemplativas

Carlos López anima a acercarse a los monasterios para conocer su vida de oración

Cuando se le pregunta cómo suscitar vocaciones a la vida contemplativa, José Carlos López Alejo es claro: “Es la pregunta del millón”, admite. Pero lejos de resignarse, explica que la clave es seguir trabajando “porque desde el nacimiento de la Iglesia, desde que hay en el mundo discípulos de Cristo, tenemos que caminar respondiendo a esa llamada de Dios, enamorarnos y configurarnos con Él y mirar a la meta. “Ese es el trabajo. Luego, el resultado dependerá más de Dios que de nosotros”.

Según indica, en la Diócesis de Salamanca hay en la actualidad entre “cinco y ocho novicias, aspirantes y/o profesas de votos temporales”, lo que demuestra que la vida contemplativa sigue viva y fecunda.

Jornada Pro Orantibus: rezar con esperanza

Con motivo de la Jornada Orantibus, que este año se celebra bajo el lema: “Orar con fe, vivir con esperanza”, Carlos López Alejo invita a toda la comunidad diocesana a rezar por los monjes y monjas contemplativos: “Rezar con esperanza, como nos pide el eslogan de la jornada; conocer a estas comunidades y visitarlas. Compartir con ellas su compañía, su amistad y también su oración”.

Además, recuerda que esta jornada es también una invitación a vivir en comunión “a todos nos une esa meta a la que caminamos, que es la construcción de la Iglesia de Cristo, que se encamina por las sendas de este tiempo y de esta historia hacia la Jerusalén celeste”. Y los contemplativos “nos recuerdan precisamente eso, que nosotros olvidamos con tanta facilidad”.

Erección del Santuario diocesano del Corazón de Jesús

La iglesia del Monasterio de las Madres Clarisas de Cantalapiedra será erigida como Santuario del Sagrado Corazón de Jesús 

La esperanza es uno de los pilares de esta jornada, en sintonía con el Jubileo ordinario de 2025, que la Iglesia está celebrando bajo el lema: “Peregrinos de esperanza”. Y esa esperanza también se manifiesta en gestos concretos, como el de la comunidad de Clarisas de Cantalapiedra, que ha promovido la erección del Santuario Diocesano del Sagrado Corazón de Jesús, cuya celebración tendrá lugar el próximo 27 de junio en la iglesia del monasterio.

Para López Alejo, esta iniciativa representa “un signo de esperanza, y muestra cómo una comunidad contemplativa se pone en la vanguardia de esta devoción que el papa Francisco ha querido resaltar con esa carta encíclica preciosísima, Dilexit nos”.

La entrada José Carlos López Alejo: “La vida contemplativa es el alma de la misión” se publicó primero en Diócesis de Salamanca.

————————————————————————————————————————————————————————————

El anterior contenido fue publicado en:

Leer más