CATÓLICOS EN CANTABRIA – Palencia acoge el encuentro de Delegaciones de Familia y Vida de las Diócesis de Castilla y León y Santander

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El Seminario Mayor de Palencia ha sido sede este sábado del “Encuentro Regional de Delegaciones de Familia y Vida” de las diócesis de Castilla y León, con la participación también de la Diócesis de Santander. El encuentro reunió a 42 miembros de las Delegaciones para reflexionar, compartir experiencias y avanzar en una pastoral familiar más abierta, transversal y comprometida con la realidad actual.

El obispo de Palencia y responsable de esta pastoral a nivel regional, Mons. Mikel Garciandía, abrió la jornada animando a vivir el encuentro desde la humildad, la escucha y el discernimiento.

En su saludo inaugural, destacó la importancia de impulsar procesos pastorales continuados, alejados de propuestas puntuales o lemas efímeros. “La pastoral familiar necesita caminar unida, sostenida en el tiempo y atenta a las nuevas realidades”, afirmó.
Mons. Garciandía invitó a vivir el encuentro desde la escucha y la humildad, reconociéndonos como “aprendices” más que como “eruditos”, y alentando a compartir experiencias pastorales con espíritu sinodal. En sintonía con la solemnidad de Pentecostés recientemente celebrada, pidió al Espíritu Santo el don del discernimiento para acompañar con acierto a las familias.

El obispo hizo también memoria del camino recorrido por las delegaciones regionales de Familia y Vida en los últimos tres años.

Preparación al matrimonio: En el primer año se trabajó en renovar los cursillos prematrimoniales, conscientes de que la pastoral actual necesita ser rediseñada como auténtico proceso de iniciación a la fe.
Familias en dificultad: El pasado curso se dedicó al acompañamiento de familias en situación de vulnerabilidad, reflexionando sobre cómo intervenir con prontitud y eficacia ante situaciones de sufrimiento.
Inmigración e integración: Este curso, el foco se ampliado hacia la realidad migratoria, entendiendo que los inmigrantes no solo son destinatarios de ayuda, sino verdaderos actores de renovación en nuestras comunidades.

Mons. Garciandía alentó a pasar de la mera acogida a la integración real, destacando que muchos migrantes están enriqueciendo y revitalizando la Iglesia con su testimonio de fe.

MESA DE EXPERIENCIAS
Uno de los momentos más significativos del día fue la mesa de experiencias titulada “Familias Acogedoras. Caminos de Esperanza”, en la que se compartieron iniciativas concretas de acogida, integración y acompañamiento.

Así, Miguel Pérez, vicario de pastoral de Palencia, presentó con “Abriendo Puertas”, la organización y propuesta pastoral integral de la Diócesis de Palencia. Marta Galindo, trabajadora social de la Parroquia San José Obrero, expuso el testimonio “Lazos de Humanidad”, centrado en el acompañamiento a familias vulnerables, y compartió las enriquecedoras experiencias de encuentro en la parroquia.

Por su parte, Gloria Alonso, directora del recién creado Secretariado de Migraciones, habló sobre el papel de la diócesis como “Diócesis Acogedora”, buscando ser capaces de integrar desde la fe a personas migrantes.

Finalemente, Miguel Ruiz, psicólogo del COF de Palencia, cerró la mesa con la reflexión “Acompañar y Acoger Hoy”, subrayando el valor de la cercanía y la escucha profesional.

TRABAJO EN GRUPO Y CONCLUSIONES
La jornada continuó con la reunión por grupos, la presentación de las conclusiones y la puesta en común de las Delegaciones.
Los participantes compartieron cómo se está desarrollando la Pastoral Familiar en las distintas diócesis, poniendo en común tanto fortalezas como desafíos comunes.

Se constató una importante sintonía entre las realidades diocesanas, con necesidades similares y una clara voluntad de avanzar juntos.

Entre las conclusiones más relevantes, se subrayó la importancia de seguir cuidando la formación de los agentes de pastoral familiar, ofreciendo herramientas y acompañamiento adecuados para afrontar los retos actuales.

Asimismo, se apostó por impulsar proyectos de largo recorrido, superando iniciativas aisladas y temporales, y trabajando con mayor profundidad y continuidad.

Se destacó la necesidad de avanzar hacia una pastoral no compartimentada, que promueva la colaboración entre diversas delegaciones (Familia, Laicos, Jóvenes, Migraciones, entre otras).

Este enfoque transversal permitiría generar iniciativas conjuntas, más sólidas y transformadoras, que den respuesta a una realidad social cada vez más compleja.

En esa línea, se planteó compartir materiales y recursos entre diócesis -como los programas de preparación al matrimonio o los proyectos de los Centros de Orientación Familiar (COF)- para enriquecer mutuamente el trabajo pastoral.

Finalmente, se identificaron nuevos retos prioritarios, como la atención a personas mayores en situación de soledad o enfermedad, la realidad del mundo rural y, de forma muy especial, la acogida e integración de familias migrantes.

Se insistió en que estos desafíos deben ser asumidos de forma conjunta por toda la Iglesia diocesana, promoviendo espacios de encuentro, lazos de humanidad y una Iglesia verdaderamente acogedora.

Con la celebración de la Eucaristía, la comida y la visita a la Catedral de Palencia se dio por concluido el encuentro.

Fuente: Delegación de MCS de Palencia

Fuente: Delegación de MCS de Palenci

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