El igualitarismo es una filosofía que sostiene la idea de que todas las personas deben ser tratadas como iguales en términos de valor moral, derechos, oportunidades y acceso a los recursos. En el ámbito político, económico y social, el igualitarismo busca eliminar las desigualdades injustas y promover una sociedad más equitativa.
Por otro lado, la igualdad, en términos generales, puede referirse a la igualdad de derechos, de oportunidades o de resultados. Las perspectivas igualitarias varían desde aquellas que abogan por igualdad absoluta (todos deben tener lo mismo) hasta enfoques más matizados, como la igualdad de oportunidades (todas las personas deben tener las mismas posibilidades de éxito, aunque los resultados puedan variar según el esfuerzo o el talento).
Filosofía del igualitarismo
- Bases morales: El igualitarismo parte de la idea de que todas las personas tienen igual dignidad moral, derivada de su humanidad común. Esto se traduce en la afirmación de derechos humanos universales y la crítica a jerarquías basadas en género, raza, clase social o riqueza.
- Igualdad económica y social: Los igualitaristas suelen criticar sistemas que perpetúan desigualdades económicas extremas, argumentando que estas limitan el acceso de las personas a oportunidades esenciales como la educación, la salud y una vida digna.
- Corrientes principales:
- Igualdad de resultados: Proponen redistribuir recursos para asegurar que todos tengan niveles similares de bienestar.
- Igualdad de oportunidades: Abogan por eliminar barreras estructurales que impidan a las personas competir en igualdad de condiciones.
- Igualdad relacional: Destacan la importancia de eliminar relaciones jerárquicas o de subordinación entre los individuos.
La tradición católica y su visión sobre la igualdad
La tradición católica tiene una visión distintiva sobre la igualdad y el igualitarismo, que combina el reconocimiento de la dignidad humana con la aceptación de ciertas diferencias legítimas entre las personas.
Afirmaciones a favor de la igualdad:
- Dignidad igual de todos los seres humanos:
- El cristianismo enseña que todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:27), lo que fundamenta la igualdad esencial de las personas.
- La Iglesia Católica defiende los derechos humanos universales, basados en la dignidad inherente de toda persona.
- Caridad y justicia social:
- La Doctrina Social de la Iglesia subraya la importancia de la justicia social y el deber de ayudar a los más pobres y marginados.
- Encíclicas como Rerum Novarum (León XIII) y Fratelli Tutti (Francisco) critican la acumulación desmedida de riqueza y defienden un orden social más justo.
Críticas al igualitarismo absoluto:
- Reconocimiento de las diferencias legítimas:
- La tradición católica distingue entre igualdad en dignidad y derechos fundamentales y la diversidad legítima en talentos, funciones y roles.
- San Pablo, por ejemplo, utiliza la metáfora del cuerpo (1 Corintios 12:12-27) para explicar que en la comunidad cristiana cada miembro tiene una función diferente, aunque todos son igualmente valiosos.
- Rechazo del igualitarismo radical:
- La Iglesia critica las ideologías igualitarias que buscan eliminar toda diferencia social o económica, considerando que pueden derivar en una negación de la individualidad y la libertad.
- Documentos como la encíclica Quadragesimo Anno (Pío XI) advierten contra las teorías socialistas o colectivistas que eliminan la propiedad privada o niegan el mérito individual.
- Principio de subsidiariedad:
- Este principio, central en la Doctrina Social de la Iglesia, respalda estructuras jerárquicas necesarias y funcionales, siempre que sirvan al bien común y respeten la dignidad humana.
Perspectiva global
- La Iglesia Católica defiende una igualdad moderada y equilibrada, que promueve la justicia social sin caer en igualitarismos extremos. Reconoce la necesidad de superar desigualdades injustas, pero también la importancia de aceptar diferencias basadas en las vocaciones, capacidades y roles específicos de las personas.
En resumen, mientras que el igualitarismo busca erradicar desigualdades y promover la equidad en todas las áreas, la tradición católica combina la afirmación de la igualdad fundamental de todos los seres humanos con el respeto por las diferencias legítimas. A su vez, critica las ideologías que consideran las desigualdades siempre como algo negativo, subrayando la importancia de la libertad individual y la diversidad.
FUENTES
Sobre el igualitarismo:
- John Rawls, “A Theory of Justice” (1971):
- Es un texto fundamental en filosofía política que introduce el concepto de “igualdad equitativa de oportunidades” y la idea de la justicia como equidad.
- Amartya Sen, “Development as Freedom” (1999):
- Explora cómo la igualdad de capacidades es clave para el desarrollo humano.
- Kurt Vonnegut, “Harrison Bergeron” (1961):
- Un relato crítico sobre los extremos del igualitarismo.
Sobre la tradición católica:
- Biblia:
- La idea de la dignidad humana se fundamenta en Génesis 1:27 (“Dios creó al hombre a su imagen”) y en las enseñanzas de Cristo sobre el amor al prójimo (Mateo 22:39).
- Encíclicas papales:
- Rerum Novarum (1891, León XIII): Introduce la Doctrina Social de la Iglesia y aborda desigualdades económicas.
- Quadragesimo Anno (1931, Pío XI): Advierte contra los excesos del igualitarismo y el colectivismo.
- Fratelli Tutti (2020, Francisco): Promueve la fraternidad y la justicia social.
- Catecismo de la Iglesia Católica:
- Explica la igualdad de las personas en dignidad y derechos (números 1934-1935) y la aceptación de diferencias legítimas (número 1936).
- San Pablo, Primera Carta a los Corintios 12:12-27:
- Usa la metáfora del cuerpo para explicar la diversidad de funciones y la unidad en la comunidad cristiana.