CATÓLICOS EN VALENCIA – La Biblioteca Solidaria Misionera inicia una campaña para dotar de biblioteca a 16 seminarios de Perú y Venezuela

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La entidad ha dado una segunda vida a más de 1.200.000 ejemplares donados
Con el objetivo de ofrecer la cultura como herramienta contra la pobreza, cuenta con el patrocinio del Consejo Pontificio para la Cultura

 

Fotografías A. Saiz / Delegación Medios Arzobispado

La Biblioteca Solidaria Misionera, que recoge libros donados, los clasifica y envía a países en desarrollo, prepara ejemplares para dotar de biblioteca a 16 seminarios de Perú y Venezuela.

“En nuestra diócesis tenemos la suerte de contar con muchísimos miembros del clero con grandes bibliotecas, y al jubilarse, nos han cedido todos sus libros”, señala Antonio Benlloch, director de la Biblioteca Solidaria. “Esto ha permitido poder generar un total de 16 bibliotecas prácticamente completas, con aproximadamente 1.500 ejemplares idóneos para un seminario”. Se trata de centros ubicados en zonas de misión, donde cuentan con una escasa dotación de material de estudio.

Se trata de un trabajo que está siendo coordinado por el sacerdote misionero valenciano, César Buendía, Vicecanciller de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, de Perú, entidad que lleva tiempo recibiendo la ayuda de la Biblioteca Solidaria, para la formación de jóvenes en facultades de reciente creación y con dificultades de acceso a material educativo.

“Nos hemos puesto en contacto con los rectores de los diferentes seminarios para gestionar el envío de estos lotes de libros tan necesarios para los chicos que están preparándose para ser sacerdotes”.

Los envíos realizados durante estos años a la Universidad Católica Sedes Sapientiae “nos han salvado, puesto que era una universidad que estaba empezando y a penas contaba con ejemplares de consulta, más bien contaba con los libros que cada profesor podía llevar”, señala el valenciano César Buendía.

Ahora, la entidad educativa católica está presente en zonas de plena selva peruana, donde se han abierto sedes, como las ciudades de Atalaya o Moyobamba, también en Tarma y Chulucanas, entre otras. “Todas ellas son facultades con escasos recursos, que necesitan material muy especializado para los estudiantes, por lo que los envíos de la Biblioteca Solidaria han sido de gran ayuda”, añade.

El libro es fundamental para los que no tienen acceso a la digitalización

Antonio Benlloch

Igualmente, la entidad solidaria, con más de 20 años de vida, continúa abasteciendo de libros a centros escolares y parroquiales de diferentes países de misión, tanto en América, como en África y Asia.

En la actualidad, tienen en marcha pedidos realizados por misioneros de República Democrática del Congo, Camerún, República Dominicana, Argentina, Guatemala y Chile.

“Desde la entidad nos damos cuenta que, a pesar de la digitalización de la enseñanza, en muchos países de misión continúa siendo necesaria la adquisición de libros para seminarios, escuelas parroquiales, escuelas primarias y de secundaria”, destaca Benlloch. “El libro siempre es fundamental sobre todo para aquellos que no tienen posibilidad de acudir a la información por otros medios”, a lo que se añade la escasa producción bibliográfica en estos países.

Además de libros en lengua española, la entidad también recopila material en inglés y francés, precisamente, uno de los últimos envíos ha sido el de 12.000 libros a Ruanda, en estos dos idiomas, así como a Burundi, en francés.

1.200.000 libros para luchar contra la pobreza

Durante más de 20 años y bajo el lema “Cultura contra la Pobreza”, “desde la Biblioteca Solidaria hemos enviado 1.200.000 libros, tanto escolares, como universitarios y hemos colaborado en la creación de bibliotecas para centros de estudio, en 30 países distintos”, señala Benlloch.

César Buendía

Recoger libros donados y material escolar y enviarlo a países en desarrollo es la finalidad que guió a los promotores de la Biblioteca Misionera a ponerla en marcha, “inspirados por el espíritu del sacerdote valenciano Juan Eduardo Schenk, que fue fundador del instituto secular Lumen Christi y de la editorial Edicep”, explica.

La Biblioteca solidaria pertenece a la Fundación Padre Juan Schenk, constituida en 2003 por el entonces arzobispo de Valencia, cardenal Agustín García-Gasco. Una de sus sedes se encuentra en la localidad valenciana de Alaquàs, en una nave de 1.300 metros cuadrados de superficie cedida por los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle.

Necesitan respaldo económico para que los libros lleguen a su destino

El trabajo de recopilar las donaciones, clasificar y embalar es muy importante, pero “los libros hay que hacerlos llegar”. Por eso, para que todas estas colecciones lleguen a su destino, es necesaria la colaboración económica.

“Es fundamental la ayuda de nuestros voluntarios, que colaboran de manera desinteresada y a los que estamos muy agradecidos, y también necesitamos más ayuda económica, porque el coste de los portes y los envíos por barco es muy elevado, y muchos pedidos se retrasan por falta de recursos”, destaca Benlloch, que recuerda que esta entidad no recibe ayudas públicas.

Actualmente, los almacenes están al completo y muchos pedidos preparados, pero no pueden salir por falta de recursos”. Cualquier colaboración económica es válida, ya que “con sólo 5 euros se pueden enviar 10 kilos de libros”, asegura.

A lo largo de 2024, la entidad trasladó un total de 55.838 kilos de libros, en un total de 15 envíos.

Los principales destinos, en los más de 20 años de existencia, han sido Perú (377.146 libros enviados), República Dominicana (181.847), Honduras (142.062), Paraguay (56.327) y Venezuela (115.952).

Pero, además de América del Sur y Central, también han llegado a otros países como Angola, Camerún, Filipinas y Albania, entre otros. En todos ellos colaboran con distintas entidades, muchas de ellas vinculadas a la Iglesia. Las donaciones las hacen llegar a bibliotecas, escuelas, centros formativos, conventos, seminarios católicos, universidades e instituciones.

Las personas interesadas en colaborar pueden consultar la web www.padrejuan.org o llamar al 686 289 727. La entidad tiene sus sedes en Alaquàs (polígono industrial El Bovalar, calle San Martín, 26) y Valencia (calle Industria, 8).

Del mismo modo, pueden contactar con la Fundación Ad Gentes del Arzobispado, en la calle Avellanas 22 de Valencia, a través del teléfono 963922412 o del correo electrónico adgentes@fundacionadgentes.org.


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