JC 13/10/2024
Al italiano Sammy Basso le diagnosticaron progeria con dos años, una enfermedad genética rara que provoca el envejecimiento prematuro y acelerado y que solo afecta a 1 de cada 20 millones de personas. Aunque su esperanza de vida es muy corta, él decidió licenciarse el ciencias naturales para poder estudiar su propia enfermedad.
Sammy murió con 28 años, la noche del sábado 5 de octubre, después de una enfermedad repentina mientras se encontraba en un restaurante con su familia y algunos amigos.
Alcanzó gran notoriedad internacional por sus múltiples apariciones en los medios, siempre sensibilizando sobre la existencia de su síndrome. En 2019 fue nombrado caballero de la Orden del Mérito por el presidente italiano.
Para él la fe era fundamental. «Creo que la fe es muy importante, en particular en mi caso, pero para cualquier persona puede ser un paso adelante, sobre todo por la esperanza que puede nacer de ella. Saber que existe Alguien que te observa y te protege, que te da fuerza y esperanza», comentó Sammy.
Como científico, no podía concebir que siendo un hijo de Dios, con su particular cruz, pudiera concebir, también, la posibilidad de encontrar una cura científica. Poder ir en contra de la voluntad de Dios que lo había querido con ese envejecimiento prematuro, comenta su madre.
«Mamá, podría hablar de muchas cosas en cada discurso, pero si no hablara sobre la fe no diría nada»..
Fuente: Religión en Libertad.
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