Algunas diferencias entre carlismo y falangismo

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Desde el punto de vista del carlismo, las diferencias principales entre el falangismo y el carlismo se centran en su visión política, social, y religiosa, así como en sus orígenes históricos y objetivos ideológicos:

1. Orígenes y bases históricas:

  • Carlismo: Movimiento político nacido en el siglo XIX como reacción al liberalismo y al centralismo, con el objetivo de restaurar un trono legitimista en España bajo una monarquía tradicional y católica. Su lema central es “Dios, Patria, Fueros y Rey”, destacando su defensa de la tradición foral y los derechos históricos de las regiones españolas.
  • Falangismo: Fundado en 1933 por José Antonio Primo de Rivera, tiene raíces en ideologías modernas como el fascismo italiano. Propone un Estado totalitario y centralizado con énfasis en la modernización y la unificación nacional.

2. Visión del Estado:

  • Carlismo: Defiende una monarquía tradicional y descentralizada, respetuosa de los fueros y derechos históricos de las regiones. Rechaza el totalitarismo y cualquier modelo centralizador que elimine la diversidad regional.
  • Falangismo: Propone un Estado unitario, con control total sobre la sociedad, sin reconocimiento de los fueros regionales ni del pluralismo político o cultural.

3. Relación con la religión:

  • Carlismo: El catolicismo es su pilar fundamental, considerándolo indispensable para la configuración moral, social y política. Su lucha se asocia con la defensa de la Iglesia y sus valores.
  • Falangismo: Aunque incluye elementos católicos, su enfoque es más pragmático y subordinado al Estado, lo que puede generar tensiones con la doctrina tradicionalista del carlismo.

4. Métodos y estructura política:

  • Carlismo: Se organiza como un movimiento político-social con énfasis en la acción local y en comunidades tradicionales. Desconfía de la modernidad política y de las estructuras centralizadas.
  • Falangismo: Busca una movilización masiva a través de un partido único, inspirado en el corporativismo fascista. Su estructura jerárquica y su visión militarista contrastan con la descentralización carlista.

5. Relación con el franquismo:

  • Carlismo: Aunque algunos carlistas apoyaron a Franco durante la Guerra Civil Española, el movimiento fue crítico del régimen franquista por su centralismo y su alianza con la Falange. El franquismo marginó al carlismo en favor del falangismo.
  • Falangismo: Fue la base ideológica oficial del régimen franquista, aunque posteriormente diluida en el conjunto del Movimiento Nacional.

6. Filosofía social y económica:

  • Carlismo: Propone una sociedad basada en los principios cristianos, con un enfoque subsidiario que promueve la propiedad privada pero equilibrada en función del bien común.
  • Falangismo: Defiende un modelo corporativista y sindical, más cercano a las ideologías fascistas europeas.

En resumen, desde el punto de vista del carlismo, el falangismo representa una ideología moderna y centralista que rompe con la tradición española, mientras que el carlismo se percibe a sí mismo como el defensor de los valores históricos, religiosos y sociales tradicionales de España. Estas diferencias explican las tensiones entre ambos movimientos durante la Guerra Civil y el franquismo.

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7. Relación con la modernidad y el progreso:

  • Carlismo: Rechaza muchas formas de modernidad, especialmente las ideologías liberales y las reformas socioeconómicas que consideran contrarias a los valores cristianos y tradicionales. Defiende una vuelta a un sistema social basado en la tradición, los gremios y las estructuras comunitarias.
  • Falangismo: Aunque es crítico del liberalismo y el capitalismo, acepta la modernidad y aboga por un progreso guiado por un Estado fuerte. Integra ideas modernas como el control centralizado y la propaganda de “masas” (personas).

8. Simbolismo y estética:

  • Carlismo: Sus símbolos y estética están profundamente enraizados en la tradición española, como la boina roja (símbolo de los requetés) y referencias constantes a la monarquía tradicional y los santos católicos.
  • Falangismo: Adopta símbolos modernos inspirados en movimientos fascistas, como el saludo romano. Su estética está vinculada a la disciplina militar y la exaltación de la juventud.

9. Interpretación de la patria:

  • Carlismo: La patria se entiende como un conjunto de comunidades históricas y tradicionales, respetando la diversidad de los reinos históricos de España, con un enfoque regionalista.
  • Falangismo: Promueve una idea monolítica y uniforme de la nación, donde todas las diferencias regionales deben subordinarse a un ideal centralista e igualitario.

10. Actitud hacia el liberalismo:

  • Carlismo: Ve el liberalismo como la raíz de los males políticos y sociales de España, considerándolo incompatible con la religión católica.
  • Falangismo: También lo rechaza, pero su crítica está más enfocada en el aspecto económico (el capitalismo liberal) y político (la democracia parlamentaria), mientras que promueve un corporativismo moderno.

11. Base social y seguidores:

  • Carlismo: Históricamente vinculado a campesinos, clases tradicionales y nobles rurales de regiones como Navarra, Aragón y el País Vasco. Su base es más localista y profundamente católica.
  • Falangismo: Sus seguidores iniciales eran principalmente jóvenes urbanos, estudiantes y sectores de clase media interesados en un cambio revolucionario que combinara nacionalismo y modernización.

12. Actitud ante la violencia política:

  • Carlismo: La resistencia armada fue vista como legítima durante las guerras carlistas, pero el movimiento no adopta una visión revolucionaria o violenta como parte intrínseca de su pensamiento.
  • Falangismo: Justifica la violencia política como una herramienta revolucionaria y un medio para imponer el orden estatal. En sus inicios, recurrió a acciones paramilitares y enfrentamientos callejeros.

13. Papel de la monarquía:

  • Carlismo: Defiende una monarquía legítima y tradicional que gobierne bajo los principios de la fe católica y respete los fueros.
  • Falangismo: Es republicana. Aunque nominalmente acepta la monarquía, no es esencial en su programa, y algunos falangistas consideraron más importante el liderazgo carismático de un dictador.

Aquí tienes más diferencias entre el carlismo y el falangismo, explorando aspectos adicionales como su relación con la sociedad, su visión del liderazgo y su estrategia cultural:


16. Modelo de liderazgo:

  • Carlismo: Promueve un liderazgo basado en la legitimidad dinástica, con un rey como figura central, pero subordinado a los principios de la tradición y la fe católica. La autoridad no proviene de la voluntad popular ni de un líder carismático.
  • Falangismo: Fomenta el liderazgo carismático, encarnado inicialmente en José Antonio Primo de Rivera. Posteriormente, en el franquismo, se adapta a la figura de un dictador. Rechaza el principio de legitimidad dinástica en favor de un líder providencial.

17. Visión de la familia:

  • Carlismo: Considera la familia como el núcleo fundamental de la sociedad, subordinada a los principios cristianos. La familia es vista como una institución tradicional que garantiza la transmisión de la fe y los valores.
  • Falangismo: Si bien también resalta la importancia de la familia, la sitúa dentro de un marco corporativista y estatal, donde su función es secundaria frente al objetivo de fortalecer al Estado.

18. Política cultural y educativa:

  • Carlismo: Defiende una educación basada en la doctrina de la Iglesia Católica, orientada a preservar la tradición y los valores morales. Rechaza la intervención fagocitante del Estado en la educación.
  • Falangismo: Promueve una educación estatal, centralizada y patriótica, diseñada para inculcar valores nacionalistas y adoctrinar a las “masas” (personas) en los principios del Movimiento.

19. Participación en la economía:

  • Carlismo: Propone un modelo económico basado en la propiedad privada moderada y en la subsidiariedad, que busca un equilibrio entre la iniciativa privada y la solidaridad comunitaria, todo bajo los principios de la moral cristiana.
  • Falangismo: Aboga por un corporativismo estatal en el que las organizaciones sindicales están controladas por el Estado. Su modelo económico busca el autosuficiencia nacional y una economía dirigida.

20. Actitud ante la modernización militar:

  • Carlismo: En las guerras carlistas, sus fuerzas adoptaron una estrategia más tradicional, basada en guerrillas y resistencia local. Prefieren una visión del ejército vinculada a la defensa de la monarquía y la fe.
  • Falangismo: Considera la militarización y la disciplina como pilares centrales de su organización política y social.

21. Relación con el sindicalismo:

  • Carlismo: Defiende formas tradicionales de organización laboral, como los gremios, que funcionaban bajo la guía de principios cristianos.
  • Falangismo: Plantea un modelo sindical único, controlado por el Estado, como un medio de superar las divisiones de clase y garantizar la unidad nacional.

24. Percepción del concepto de revolución:

  • Carlismo: Ve la revolución como un fenómeno destructivo que rompe con el orden divino y la tradición histórica.
  • Falangismo: Aunque rechaza la revolución socialista, se define como un movimiento revolucionario que busca derrocar el orden liberal y burgués para construir un Estado nuevo.

25. Postura hacia la monarquía parlamentaria:

  • Carlismo: Rechaza completamente cualquier forma de monarquía que no sea tradicional y católica.
  • Falangismo: Aunque puede aceptar una monarquía simbólica, esta sería subordinada al poder del Estado totalitario, como ocurrió bajo el franquismo.

Estas diferencias explican no solo las tensiones ideológicas entre ambos movimientos, sino también las estrategias divergentes que adoptaron en su lucha por la influencia en la política española del siglo XX.

ALGUNOS PUNTOS EN COMÚN.


1. Oposición al liberalismo y al marxismo:

  • Ambos movimientos rechazan de manera frontal el liberalismo político y económico, al considerarlo un sistema decadente y materialista que destruye los valores tradicionales.
  • También comparten una fuerte oposición al marxismo y al comunismo, que identifican como amenazas directas a la religión, la familia y la unidad nacional.

2. Exaltación de los valores tradicionales:

  • Tanto el falangismo como el carlismo defienden valores como la familia, el patriotismo y el orden social. Aunque su interpretación de “tradición” difiere.

3. Catolicismo:

  • El catolicismo juega un papel importante en ambos movimientos, aunque con distinta intensidad.
    • En el caso del carlismo, el catolicismo es la base fundamental de su ideología.
    • En el falangismo, aunque más subordinado al Estado, se reconoce como un componente esencial de la identidad española.

5. Rechazo al parlamentarismo y la democracia liberal:

  • Ambos consideran la democracia parlamentaria como un sistema ineficaz y corrupto. Prefieren modelos alternativos:
    • El carlismo propone una monarquía tradicional y descentralizada.
    • El falangismo, un Estado autoritario y corporativista.

7. Crítica al capitalismo:

  • Aunque tienen diferencias en su propuesta económica, ambos critican el capitalismo liberal por considerarlo deshumanizante y contrario a los valores sociales y cristianos.

8. Participación en la Guerra Civil Española:

  • Ambos movimientos apoyaron al bando nacional durante la Guerra Civil Española, aunque sus motivaciones y aspiraciones eran distintas. Los carlistas contribuyeron con los requetés y los falangistas con milicias organizadas bajo el modelo fascista.

9. Antisecularismo:

  • Ambos movimientos promueven la recuperación de un papel prominente de la religión (particularmente la católica) en la vida pública y privada.

QUÉ PROPONE SOBRE EL MATRIMONIO EL FALANGISMO.

Divorcio:

El falangismo, al estar alineado con los principios tradicionales y la influencia del catolicismo, generalmente rechaza el divorcio. Según la doctrina falangista, el matrimonio es una institución sagrada que debe protegerse como base de la familia y de la nación. Si bien no se planteó en términos de legislación específica en sus textos fundacionales, es lógico deducir que su modelo político priorizaría la indisolubilidad del matrimonio, en sintonía con la enseñanza de la Iglesia Católica.

Registros civiles:

El falangismo no se opuso explícitamente a la existencia de registros civiles, pero su visión prioriza la centralidad de la Iglesia Católica en la regulación de los actos, como nacimientos, matrimonios y defunciones. Los falangistas tradicionalistas podrían favorecer la gestión de estos actos a través de estructuras eclesiásticas, como en épocas anteriores al siglo XIX.

POSTURA TRADICIONAL ESPAÑOLA Y CARLISTA SOBRE EL MATRIMONIO.

1. Divorcio:

El carlismo se opone firmemente al divorcio, por ser contrario a la doctrina católica y al concepto de matrimonio como un vínculo indisoluble establecido por Dios. Según el carlismo, el matrimonio no es solo un contrato civil, sino un sacramento, por lo que su disolución está prohibida por la ley divina.

En el contexto político, el carlismo abogó por la derogación de leyes que permitieran el divorcio civil y promovió una legislación que reforzara la indisolubilidad del matrimonio, siguiendo los principios de la Iglesia Católica.

3. Registros civiles:

El carlismo tiene una postura crítica hacia los registros civiles, ya que históricamente vio su establecimiento como un intento liberal de separar las funciones del Estado y de la Iglesia. Los carlistas preferían que los nacimientos, matrimonios y defunciones fueran registrados exclusivamente por la Iglesia, como era tradición antes del siglo XIX. La creación de registros civiles fue percibida como una usurpación de funciones de la Iglesia y una amenaza al orden católico.