ARZOBISPADO CASTRENSE – La Guardia Civil, peregrinos de esperanza en el Jubileo Militar en Roma

Comparte

Próximos ya a la Semana Santa y en este tiempo de Cuaresma, en el cual se nos invita constantemente a la conversión, a mirar hacia dentro de uno mismo, pero sin olvidar a los demás, surge en mí el recuerdo esperanzador de un fin de semana jubilar. Fue en el pasado mes de febrero, del 7 al 10, cuando una amplia representación de la Guardia Civil, participó en la Ciudad Eterna en el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policías y Cuerpos de Seguridad, que reunió a multitud de militares y policías de todo el mundo para participar en el Jubileo de la Esperanza.

La participación española, organizada por el Arzobispado Castrense de España, y presidida por nuestro querido Arzobispo, D. Juan Antonio, contó con una amplia representación de los Ejércitos, Armada, Guardia Civil, Policía Nacional; sin olvidar a nuestros veteranos y nuestras familias.

De entre todos los grupos, resaltó la participación de la Benemérita, que una vez más volvió a Roma, como ya hiciera un grupo de ellos en 2019 cuando el Papa Francisco se colocó nuestro querido y viejo “tricornio”, a presentar sus respetos al sucesor de Pedro. La representación Benemérita estuvo presidida por el Excmo. Sr. General de División, D. José Manuel Santiago Marín, Jefe de la Zona de la Guardia Civil de Extremadura y contó con la presencia de Oficiales Generales, Oficiales, Suboficiales y Cabos y Guardias Civiles; todos ellos acompañados de nuestro Vicario Episcopal, Ilmo. Sr. D. Víctor Jesús Hernández y de los Capellanes de la Academia de Oficiales y del Colegio de Guardias Jóvenes. Hay que destacar a un grupo de profesores y alumnos de la Academia de Suboficiales del Escorial y un grupo de jóvenes guardias civiles de la Delegación de Juventud de este Arzobispado.

Los días en Roma, se convirtieron en intensos y emocionantes momentos, donde con un espíritu de conversión y de esperanza, se pudo participar en las actividades jubilares y también culturales por la ciudad. Los actos oficiales comenzaron en la mañana del sábado 8, donde tuvo lugar la misa española presidida por nuestro Arzobispo y con la presencia de la Bandera Nacional, cuyo Oficial abanderado y acompañante vestían el uniforme benemérito. Fue precisamente esta bandera, la que junto con la cruz jubilar, abrió la peregrinación de todo el grupo militar español, que, a lo largo de la Vía de la Reconciliación, caminaba “desfilando” y “peregrinando” hacia la Puerta Santa de la Basílica Vaticana; para llegar finalmente a los pies de San Pedro.

La tarde continuaba con el festival de bandas de música militares, en cierta medida, deslucido por la lluvia de aquella tarde italiana. Finalmente, el domingo 9, se participó en la Santa Misa, que el Santo Padre, ya con evidentes signos de su actual enfermedad, presidió en la Plaza de San Pedro. Con la visita a las demás Basílicas Papales en la tarde del domingo, se puso fin a la peregrinación oficial española.

Durante todos esos días, han sido mucho los sentimientos que han aflorado en cada uno de los participantes, han sido muchas las oraciones realizadas, incluso alguna lágrima ha corrido por las mejillas de los rudos hombres y mujeres de verde, que jamás podrán olvidar ni en su mente ni en su corazón los días allí vividos. Aunque, como bien nos recuerda el Papa, y la “esperanza no defrauda”, la Guardia Civil, ya tiene puesta su mirada en el próximo mes de mayo en el 65º Encuentro Internacional de Militares por la Paz en Lourdes, donde esta vez nos encontraremos con Santa María de la Esperanza.

{gallery}2025/04/07_GC{/gallery}