El día 3 de Diciembre, el Arzobispo Castrense, realizó la Visita Pastoral en el Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla” de Madrid.
A las diez de la mañana arribaron al hospital el Sr. Arzobispo D. Juan Antonio Aznárez y el Sr. Vicario de la Defensa D. Javier de la Vega, quienes, junto con el Párroco, fueron conducidos al despacho del Director del hospital, el general Francisco Javier Areta. Después de los respetuosos saludos iniciales, el general hizo una exposición de lo que es el hospital y su amplitud de posibilidades: la telemedicina, protocolos de evacuación e intervención sanitaria en los despliegues y misiones, formación de estudiantes, helipuerto, planta de infecciosos, UCI, urgencias, especialidades de todo tipo, quirófanos, robótica sanitaria, psiquiatría, pruebas de exámenes médicos, incluyendo capellanes, etcétera, que hacen del “Gómez Ulla” un hospital muy bien preparado, con sus tres mil trabajadores, civiles y militares, con grandes capacidades de muy alto nivel, con el fin de dar cobertura a cualquier necesidad médica.
Tras la exposición del General, de lo teórico pasamos a la práctica. con la visita a la planta 22, dedicada a enfermedades contagiosas y preparada para atender casos de ébola, Covid o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Este hospital puede competir por el pase de oro, en este asunto, con el hospital Carlos III de Madrid, especialista en estos casos. De la planta 22 visitaron la terraza del hospital, su techo más alto, que desde sus 90 metros puede contemplarse una vista preciosa y panorámica de Madrid.
A continuación, visitaron la cámara hiperbárica, que, en expresión del General, es el “Ferrari” del hospital. Y También la sala de la telemedicina, desde donde el hospital se comunica con los desplegados en las misiones y los barcos, de gran utilidad y apoyo a nuestros médicos y enfermeros militares.
Monseñor Aznárez visitó la Capilla. El servicio religioso que se presta en el hospital es encomiable, pues pocos hospitales pueden presumir de contar con una asistencia religiosa todos los días y noches del año, lo cual eleva el nivel de prestaciones y se atiende, además del cuerpo, el alma.
Después de esta obligada parada, el Sr. Arzobispo aprovechó, como lo ha hecho muchas veces, para realizar una donación de sangre, que agradecieron los médicos y enfermeras del Centro de Transfusiones.
Después de este gesto generoso, Monseñor Aznárez, visitó a un paciente ingresado, un sacerdote muy mayor, que se ordenó en el año 62. Quedó encantado de la visita y manifestó que “era un honor” recibir la vista del Arzobispo, quien hizo una muy bonita oración pidiendo por la salud de este sacerdote mayor.
La tarea de visitar a los enfermos es la razón de ser y estar del capellán de hospital. Esta es su finalidad y todo lo demás son accesorios a este primer objetivo.
Ruego a Santa María, Salud de los enfermos y Consuelo de los afligidos, la salud del cuerpo y del alma para todos, especialmente para quienes sufren cualquier enfermedad y para todas las personas que aquí trabajan.
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