Desde hace días la luz de Belén está presente en muchos hogares gracias a la labor de los scouts de la diócesis. Ellos fueron los encargados de recoger esta simbólica luz en Valladolid, ciudad encargada de repartirla por toda España, a donde había llegado desde Austria ya que son los scouts de este país los encargados cada año de ir a buscarla a Belén. En esta ocasión la circunstancias de Tierra Santa lo han impedido por seguridad, pero la luz del pasado año que se conservó encendida en una parroquia de Austria ha vuelto a alumbrar muchos hogares. El reparto de la luz se hizo en una celebración en la Catedral, presidida por Mons. Jesús Sanz Montes, en la que también se anunció que el próximo año serán los scouts asturianos los encargados de recoger la luz en Viena y repartirla desde Oviedo a las distintas diócesis españolas. Una misión sin duda muy feliz de la que hemos hablado con el presidente de los scouts diocesanos, Txavi Díaz.
¿Cómo surge esta tradición de la luz de Belén?
Comienza en Austria, en la ciudad de Linz, en 1986 enmarcado en diferentes actos de peregrinaje que tenían decidieron ir a Belén a la cueva donde nació Jesús, que sierpe hay velas encendidas, recoger esa llama y llevarla a su ciudad para las personas con discapacidad. A partir del año siguiente los scouts de Austria comenzaron a mantener esta tradición, mandando a Belén a un scout al que se le hacía este encargo por su bien hacer durante todo el año. Luego la repartían por los grupos scouts de Austria. Esta iniciativa fue creciendo año tras año y en la ceremonia que se realiza normalmente en Viena se reúnen representantes del movimiento scout de los cinco continentes.
¿Cómo llega a España?
En la ceremonia que organizan los scouts de Austria donde acuden delegaciones de las diferentes asociaciones nacionales scouts participan los miembros de una delegación diocesana de scouts católicos de España. Acuden a este acto, que suele ser un par de fines de semana antes de la Nochebuena, trasladan la luz a España y al día siguiente se reparte entre las diferentes asociaciones de nuestro país.
Txavi Díaz, presidente de los Scouts diocesanos, durante la celebración en la Catedral de Oviedo
El año que viene será especial para los scouts de la diócesis porque serán ellos quienes la traigan desde Viena a toda España.
Cada año las delegaciones nacionales se proponen para poder organizar este acto de ser los encargados de repartir en nuestro país la luz de Belén. Asturias aún no lo había hecho nunca y desde el equipo diocesano que ahora estamos al frente nos lanzamos a esta aventura con el apoyo de todos los grupos de scouts de la diócesis y también de la Delegación de Pastoral Juvenil. Presentamos nuestra propuesta y fue aceptada, y el pasado 15 de diciembre yo ya acudí a Valladolid a recoger la luz para traerla aquí y ya nos dieron el relevo para el próximo año.
¿Cuánta gente podría reunirse en esa celebración?
El acto normalmente es de fin de semana. El domingo hay una celebración del reparto de la luz, pero el resto del fin de semana hay un encuentro de los rutas que son los jóvenes de 18 a 21 años del movimiento, más los equipos de las delegaciones diocesanas. Se suelen juntar entre 800 y 1.000 personas, más lo scouts asturianos, así que esperamos llegar a unas 2.000 personas.
Es una luz que intenta llevar esperanza, como os decía el Arzobispo sois «candelabros de una luz que cambia».
la idea de esta iniciativa no es solo el gesto del traslado de la luz, sino que se comparta y llegue a todas esas personas que más necesitadas están de luz. La mayoría de grupos además de hacer el reparto a sus parroquias acuden a lugares como el centro penitenciario de Villabona, residencias de ancianos… para que sea ese gesto de dar luz a estas personas en este momento del año.
En el ideario de nuestro movimiento hablamos de que somos herramientas para la evangelización. Somos el candelabro portador de la luz que ilumina a los demás y es algo que trabajamos con nuestros niños desde los más pequeños que tienen seis años hasta los mayores de 21. Somos un movimiento que tenemos mucho orgullo de pertenencia y en los actos en que se juntan todos muchos más y muy felices. Aprovecho por eso para invitaros a todos a acompañarnos en 2025 al reparto de la luz que haremos desde Oviedo.
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