Los obispos españoles han celebrado su 127ª Asamblea Plenaria del 31 de marzo al 3 de abril en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE). El secretario general, Mons. Francisco César García Magán, ha informado en rueda de prensa, este viernes 4 de abril, de los trabajos que se han realizado en este encuentro. Pueden volver a verla a continuación:
Esta Asamblea ha coincidido con el día asignado por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa a la CEE en la jornada que convoca durante el tiempo de Cuaresma «para orar por las víctimas de la guerra e invocar al Señor «una paz justa y duradera especialmente para Ucrania y Tierra Santa». Con estas intenciones se celebró la eucaristía del jueves, presidida por Mons. Fernando Prado, obispo de San Sebastián.
Además de los temas ordinarios que se han tratado en la Plenaria durante estos días de intenso trabajo y que pueden consultar aquí, ha habido momentos y actividades muy interesantes. En la mañana del martes, por ejemplo, los obispos se dividieron y trabajaron conversaciones en el Espíritu en grupos de diez. Conversaciones cuyo objetivo ha sido pensar y reflexionar sobre el momento social, cultural y eclesial actual y hacer propuestas para preparar las líneas de actuación principales del Plan Pastoral de los próximos años.
Tal y como nos traslada desde Madrid nuestro Obispo, D. Arturo, en este encuentro se han hecho muchas propuestas basadas en el diálogo fraterno y cercano y siempre trabajando en el marco del sínodo. Tras finalizar el trabajo por grupos, se procedió a una puesta en común con el fin de elaborar el documento que irá a la Asamblea Plenaria del mes de noviembre.
Se ha hablado mucho del sínodo. El próximo mes de mayo se publicará un documento para indicar los pasos posteriores a realizar en las diócesis de toda España. D. Arturo ha intervenido también como Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia, intervención en la que informó, entre otros asuntos, sobre los avances en el proceso de organización del Jubileo de jóvenes.
D. Arturo ha asegurado que «en estos encuentros siempre se genera, ante todo, un clima de fraternidad» y ha añadido que «siempre es un gozo encontrarse con los hermanos y compartir tiempo de oración y conversaciones» Además, ha recalcado que pese a la lógica y necesaria intensidad del trabajo, condensado en cuatro días, «es una alegría poder trabajar junto al resto de los hermanos obispos por el bien de la Iglesia».
Imagen: Prensa Conferencia Episcopal Española
Texto: Prensa Conferencia Episcopal Española & Elaboración propia – Diócesis de Santander
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