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Este sábado 25 de enero, día de la conversión de San Pablo, se ha convocado por primera vez a todas aquellas personas que están haciendo en la Diócesis la tarea de la Celebración de la Palabra. Convocados por el Vicario episcopal de Evangelización, D. Oscar Lavín, asistieron a la reunión 30 personas dedicadas a este ministerio, que se encontraron en el Seminario de Monte Corbán.
El objetivo de esta reunión es escuchar la experiencia que viven en las distintas realidades, sus necesidades, a fin de llevar a cabo una acción más coordinada, una formación específica y un acompañamiento personal y grupal.
El encuentro comenzó con una oración a través de la cual poner en manos del Señor el cumplimiento de los objetivos propuestos y que esta labor pueda seguir realizándose. Después de este momento, D. Oscar Lavín ofreció unas palabras de introducción al encuentro a través de las cuales destacó que la intencionalidad de este encuentro va en línea de desarrollar los ministerios laicales y de formar equipos apostólicos: discípulos y misioneros.
Resaltó como prioridad escuchar a las personas desde las distintas tareas que realizan: Catequesis, Celebración de la Palabra, Caridad, Acompañamiento y Gestión. Estos ministerios nacen de la realidad de ser bautizados, se enraízan en nuestro bautismo. Y llevan consigo ciertas exigencias o motivaciones:
Que sea estable
Unido a la misión de la Iglesia
Reconocido por la Iglesia, a través del obispo diocesano.
A continuación, ofrecieron sus testimonios personas que están llevando a cabo la tarea de la Celebración de la Palabra y algún sacerdote que ha vivido esta experiencia en sus pueblos. Fue un momento muy interesante y emocionante. Entrar en la experiencia personal siempre sobrecoge. Destacaron con mucha fuerza el haberse sentido llamados a esta misión y realizarla con gozo y alegría. Junto a esto, algunas de las cuestiones más destacadas fueron:
La necesidad de que el sacerdote tenga un equipo de ayuda seglar que colabore en las distintas tareas. El trabajo en equipo y la importancia de la disposición y disponibilidad. Mostrar una actitud humana y de cercanía con el pueblo y mantener una estrecha colaboración con el párroco. Tras el trabajo en grupo, se dio paso a la puesta en común de lo compartido a lo largo de la mañana, en la que se pusieron sobre la mesa las ideas expuestas durante el trabajo grupal.
D. Arturo quiso compartir unas palabras de ánimo y apoyo a los asistentes, así como de reflexión sobre el apoyo de los equipos en las parroquias. Aseguró que «es bueno que haya criterios celebrativos, espacios comunes que no se pueden dejar de lado. Después está el carisma personal para no establecer diferencias abismales entre celebrantes». Añadió que le parece «interesante» el asunto de la psicología, de conocer, la cercanía. «Estos tiempos nos piden más una pastoral de estar para poder hacer. Los tiempos requieren presencia, que evangeliza e interpela».
Destacó igualmente como muy interesante el reto de hacer pedagogía, «porque hay que vencer muchos obstáculos y romper muchos esquemas. Este camino hay que hacerlo con mayor necesidad todavía, y hay que ser realistas. El servicio eclesial nace en el bautismo y necesitamos con urgencia la creación de mas equipos apostólicos. Afirmó que «hay que realizar la tarea pero también arriesgarse: asumir las resistencias y el riesgo de tener contrariedades y obstáculos. Hay muchos alicientes para vencer dificultades y miedos», finalizó.
Una mañana de trabajo y de puesta en común tras la cual, los asistentes quedaron convocados para una segunda reunión el próximo 5 de abril.
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