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En la jornada de este sábado, alrededor de 30 matrimonios y unas 80 personas han asistido al taller Sacramento del Amor, una oportunidad de acercarse a un nuevo método de preparación a este encuentro, al origen de la familia. Esta actividad ha sido organizada por nuestra delegación de Familia y Vida, con sus delegados Justo Inguanzo y Mª Cruz Lorenzo a la cabeza, que junto a su equipo han acogido en nuestra diócesis este fin de semana a los delegados de Pastoral Familiar de la diócesis de Valencia, Carlos Marroquín y Chelo Sanz, así como a dos matrimonios de su equipo. Además, también fueron acogidos por D. Arturo, que estuvo presente buena parte de la jornada.
El taller se extendió desde las diez de la mañana a las seis de la tarde. Un tiempo en el que los matrimonios y el resto de asistentes tuvieron la oportunidad de conocer este taller, que tras dos años de trabajo en la diócesis de Valencia, se da a conocer ahora a otras diócesis con el objetivo de aportar nuevas herramientas de preparación y formación al matrimonio. Un taller que surge de la necesidad de materiales nuevos para la pastoral matrimonial y que no se basa en charlas o conferencias, sino en un trabajo de las personas que asisten junto a las que lo imparten.
Tanto Chelo Sanz como Carlos Marroquín hablaron durante la presentación del taller de su vinculación con nuestro Obispo, D. Arturo, con quien compartieron años de trabajo y afecto en la diócesis de Valencia. Ambos destacaron también que su objetivo es trabajar por la belleza del matrimonio y que este taller está inspirado de manera importante en el documento Amoris Laetitia.
Entre los principales objetivos del taller están: conocer y profundizar en los elementos más importantes de la relación de pareja, preparar conscientemente y con sentido la celebración del matrimonio y ser conscientes de la importancia de vivir la fe en comunidad. «Queremos que los que se casen por la Iglesia se queden, acompañarles para realizar el camino», afirmó Chelo.
A lo largo de la jornada tuvieron lugar tres sesiones del taller, de una hora y media de duración aproximada cada una y en las que se desgrana esta importancia de elementos clave como el diálogo, la escucha o la empatía, que a lo largo de los años se presentan como aspectos nucleares de la relación de pareja y del matrimonio.
El taller se divide en 11 sesiones de trabajo, recogidas en el material aportado:
Para qué necesito conocerme
Encuentro con mi pareja
Escucha
Importancia del Diálogo
Proyecto de vida, misión del matrimonio
Sexualidad
Paternidad responsable
Crisis: Permiso – Gracias – Perdón
Sacramento y Espiritualidad Matrimonial
El camino se hace junto a otros
Celebración del sacramento
En palabras de Chelo, «el contenido de este taller es un tesoro. Con el paso de los años será agua fresca para las parejas. El trabajo de este taller enriquece a la pareja. El amor se renueva cada día.
D. Arturo quiso también dirigir unas palabras a los delegados y al equipo de la Pastoral de Familia de Valencia: «Ellos han sido taller de aprendizaje, los maestros y líderes espirituales tienen que ser los matrimonios. Me han ayudado a aprender la asignatura de la vida, me enseñan a amar. El testimonio del amor es un regalo, la belleza del amor traducida en palabras y en gestos y este taller y sus contenidos son una joya y el sacramento del amor está inspirado en el matrimonio».
Una de las frases más inspiradoras escuchadas durante la jornada fue «Un día vivido es un día perdido si no se ama». Ciertamente la familia es fuente de vida, de esperanza y fábrica de amor, pero sin esos elementos clave de los que hablamos, sería imposible mantener en el tiempo ese vínculo de esperanza y ese ejemplo de vida que es la familia. Es por esto que iniciativas como esta son tan importantes: porque son motor e impulso del aprendizaje necesario para perpetuar el amor, para que, así, ningún día sea perdido.
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