El pontífice invita a rezar este mes de enero “para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, necesaria para construir un mundo mejor”
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
“Hoy se vive una catástrofe educativa”, denuncia el papa Francisco en su intención de oración para este mes de enero, destacando que cerca de 250 millones de niños y niñas carecen de instrucción debido a las guerras, las migraciones y la pobreza. En su videomensaje mensual, el pontífice señala que “todos los niños y jóvenes tienen derecho a ir a la escuela, sin importar su situación migratoria” y afirma que “la educación es una esperanza para todos”.
La educación es una esperanza
Francisco recalca que la educación no solo abre las puertas a un futuro mejor, sino que puede salvar a los menores migrantes y refugiados de la discriminación, las redes de delincuencia y la explotación. “No olvidemos nunca que quien acoge al forastero, acoge a Jesucristo“, añade.
Integrar a los migrantes, permitir que contribuyan a la sociedad y, sobre todo, no olvidar que “quien acoge al forastero, acoge a Jesucristo”, recuerda el Santo Padre.
La Iglesia, en primera línea
La Red Mundial de Oración del Papa, encargada de difundir las intenciones de oración del pontífice a través de El Vídeo del Papa, señala que son precisamente los niños y adolescentes que huyen de los conflictos o la pobreza quienes protagonizan las imágenes que acompañan las palabras de Francisco. Por ello, el vídeomensaje de este mes testimonia el compromiso en primera línea de la Iglesia para garantizarles educación incluso en las situaciones más difíciles. Es el caso de los centros educativos para refugiados sirios en Jordania y Líbano, escuelas salesianas en Uganda que acogen a migrantes de Sudán del Sur, y el Instituto Madre Asunta en Tijuana, México, que recibe a menores migrantes de América Latina. Además, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y voluntarios de la Asociación Papa Juan XXIII también están presentes en lugares como Grecia e Italia, brindando apoyo educativo a niños migrantes.
Organizaciones internacionales como Unicef también juegan un papel clave, asegurando que muchos niños desplazados por conflictos, como los provenientes de Ucrania, puedan acceder a programas educativos esenciales en sus países de acogida.
La preocupación del pontífice por migrantes y refugiados
La intención de oración del papa Francisco para el mes de enero refleja uno de los temas principales de su pontificado, la preocupación por los migrantes y los refugiados, que nace de las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo (25, 35): “Fui forastero y me hospedasteis”.
El Santo Padre ya ha dedicado anteriormente diversas intenciones de oración a la crisis de los migrantes y refugiados, uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo; la más reciente fue la de junio de 2024, cuando pidió que se rezara “para que los migrantes que huyen de las guerras o del hambre, obligados a viajes llenos de peligro y violencia, encuentren aceptación y nuevas oportunidades de vida en sus países de acogida”.
“También en la Bula de convocación del Jubileo Ordinario que estamos celebrando, el papa pide que se garantice a los migrantes y refugiados no sólo seguridad y acceso al trabajo, sino también instrucción, explica el director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, P. Cristóbal Fones, S.J. Es bueno recordar, a propósito del Jubileo, que “una de las condiciones necesarias para obtener las indulgencias concedidas con motivo de este Año Santo es, precisamente, orar por las intenciones del sumo pontífice, que son muy concretas y que durante este mes se centran en el respeto a este derecho fundamental de personas muy vulnerables”.
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