Las comunidades parroquiales de Galinduste, Galisancho, Pelayos, Santa Inés y Santa Teresa se reunieron el 22 de marzo para celebrar una misa de acción de gracias por la vida y misión de esta comunidad apostólica integrada por un sacerdote y dos laicas que han acompañado a estas parroquias durante décadas
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La tarde del sábado, 22 de marzo será recordada con especial cariño por las comunidades parroquiales de Pelayos, Galisancho, Santa Inés, Santa Teresa y Galinduste. En la iglesia parroquial de esta última localidad se celebró una eucaristía de acción de gracias y un homenaje al sacerdote Ángel Alsina y a las laicas Carmen Arroyo y Visitación Cabezas, quienes durante décadas, han acompañado y servido al Señor y a estas comunidades con su entrega pastoral.
La misa, que fue presidida por el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, y concelebrada por siete sacerdotes del Arciprestazgo Santa Teresa en Alba y Guijuelo: Juan Francisco Buitrago, Jean Rodríguez, Emilio Vicente de Paz, Francisco Delgado, Blas Rodríguez y el P. Tomás Camissone Guetsame, cmm; junto al presbítero y amigo, José María Gallego, reunió a fieles de las parroquias antes mencionadas, de otros puntos de la comarca de Alba, así como a amigos procedentes de tierras catalanas, donde nació D. Ángel Alsina, y a familiares de los tres homenajeados.
La liturgia fue muy participativa tanto en las lecturas, moniciones y ofrendas, como en los cantos, que estuvieron animados por un coro formado por miembros de las distintas comunidades. Además, un grupo de jóvenes, a los que durante estos años han acompañado en su camino de fe, colaboró como monaguillos al servicio del altar.
En su homilía, el obispo Mons. José Luis Retana destacó la corresponsabilidad de sacerdotes y laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia, una dimensión sinodal que han encarnado desde finales de los años 70 esta comunidad apostólica integrada por don Ángel Alsina y las laicas Visitación Cabezas y Carmen Arroyo.
Al finalizar la eucaristía, se retiró el Santísimo y se dio paso al acto de homenaje, que fue conducido por Rosa, una laica de Galinduste, que agradeció la presencia de todos y se dirigió con cariño a los homenajeados, de los que resaltó su “entrega incansable, su amor a la Iglesia y su dedicación a los fieles”, que han dejado “una huella imborrable en cada uno de nosotros”.
Tras repasar sus biografías recordó con cariño la labor que han desarrollado en cada una de las parroquias, su vida en comunidad, entrega y compromiso en la formación, la liturgia, la catequesis y “el acompañamiento de generaciones de fieles”.
Además, se leyeron cartas enviadas para esta ocasión por dos sacerdotes: el salesiano P. Blas Gómez, natural de Galinduste, y el dominicano P. Nelson, que se formó con D. Ángel Alsina e hizo equipo con ellos.
Después, los alcaldes de Pelayos, Galisancho, Santa Teresa y Santa Inés y Galinduste, José Luis Arévalos, Jaime Aveleira y José Lucas Sánchez entregaron a Don Ángel, Carmen y Visitación un regalo simbólico en nombre de sus pueblos, como muestra de reconocimiento y gratitud por tantos años de dedicación y servicio.
El arcipreste, Juan Francisco Buitrago, destaca que “los pueblos se volcaron” en el homenaje porque sienten que estas tres personas son parte de su vida. “Han estado en los momentos más importantes de sus vidas: bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, bodas, funerales, fiestas patronales… y también en los silencios del día a día”, reconoce.
Tres vidas, una misma vocación de servicio
El sacerdote Ángel Alsina nació en Vilobí de Oñar (Girona) en 1938. Tras estudiar en la Universidad de Barcelona, su vocación sacerdotal lo llevó a Salamanca, donde fue ordenado el 26 de septiembre de 1971. Durante más de tres décadas se dedicó a la formación de vocaciones tardías como vicerrector del Colegio “El Salvador”. En 1977 comenzó a servir en Galinduste y pueblos vecinos, y no tardó en formar una comunidad apostólica con Visitación Cabezas y, años después, en 1983, con Carmen Arroyo. Juntos han compartido la vida y la misión, en una fraternidad laical-sacerdotal que anticipó la sinodalidad que hoy impulsa la Iglesia.
Visitación Cabezas, conocida cariñosamente como “Visi”, es natural de Babilafuente. Inició su camino como religiosa en la congregación de las “Isabeles” en Alba de Tormes, pero con el tiempo descubrió que su verdadera vocación se encontraba en el acompañamiento pastoral a las comunidades rurales. Desde 1977, junto a Alsina, se entregó a la catequesis y la animación litúrgica. Formada en Magisterio y Teología, tambdién ejerció como profesora en el Colegio de Armenteros.
Por su parte, Carmen Arroyo nació en Galinduste y desde muy joven sintió la llamada a colaborar en la pastoral, inspirada por el testimonio de Don Ángel y de Visi, con quienes comenzó a colaborar en 1983. Se formó en Teología en los Dominicos y en la Universidad Pontificia de Salamanca, y ha dedicado su vida a la catequesis de niños, adolescentes y jóvenes, en la preparación de las celebraciones y al acompañamiento de las comunidades parroquiales. En los últimos años, Carmen ha sido el gran apoyo de don Ángel, sosteniendo la misión en los momentos de dificultad y enfermedad.
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