El encuentro sirvió para marcar las líneas de acción del curso, celebrar la fe y compartir los proyectos que impulsarán la pastoral familiar diocesana
SERVICIO DE COMUNICACIÓN
La Delegación diocesana de Familia y Vida inició el pasado 21 de septiembre sus actividades del nuevo curso pastoral 2025-2026 con un retiro en la Casa de espiritualidad “San Vicente de Paúl”, en Santa Marta de Tormes.
Durante la mañana, el equipo apostólico de la delegación dedicó un tiempo a la oración y al trabajo conjunto, con el fin de marcar las líneas de acción de este año pastoral. Después, compartieron con el vicario de pastoral, Andrés González, sus proyectos, ilusiones y propuestas, especialmente orientadas a fortalecer la pastoral familiar en la Diócesis de Salamanca.
Ya por la tarde, celebraron la eucaristía, presidida por el vicario de pastoral, a la que sumaron varias familias que el curso pasado secundaron las actividades promovidas por esta delegación. Además de celebrar la fe juntos, el equipo de Familia y Vida compartió los sueños y retos que se plantean para seguir caminando juntos en esta misión.
La delegada diocesana de Familia y Vida, Elena Partearroyo, explicó que uno de los objetivos principales de esta delegación es la creación de un grupo de agentes de pastoral familiar, apoyados en un programa de formación que están preparando en colaboración con el Centro de Orientación Familiar (COF) y el Instituto de la Familia de la Universidad Pontificia de Salamanca. La jornada finalizó con una merienda que favoreció el encuentro y la convivencia entre las familias.
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