CATÓLICOS EN SEVILLA –
Este mes de febrero ha tenido lugar la celebración jubilar de los agentes de Pastoral de la Salud. Una Eucaristía que se celebró en la Catedral hispalense el pasado 11 de febrero, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Lourdes, y en la que participaron los voluntarios del grupo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia San José y Santa María, encabezados por el vicario parroquial, el padre Domingo Velasco, CO.
¿Qué supuso participar en esta celebración diocesana para el grupo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia?
Por el momento en el que se halla el grupo recién constituido, tras hacer una llamada a la comunidad parroquial de San José y Santa María para reanimar dicha pastoral, la celebración supuso un paso más en su consolidación que, al percibir la amplitud y fortaleza de la Pastoral de la Salud en la Diócesis, refuerza su deseo de ser servidores de las personas enfermas y ancianas.
Además, como año jubilar, nos trajo a la memoria la Confraternidad de la Santísima Trinidad que San Felipe Neri siendo laico, con su director espiritual Persiano Rosa, fundaron para atender, entre otros, a los peregrinos que enfermaban en Roma a la que habían llegado con motivo del año santo.
Supuso, en definitiva, arraigar, en los agentes de la Pastoral de la Salud que pudieron asistir, la convicción de ser Iglesia, ser comunidad de hermanos cuya espiritualidad se basa en ver a Cristo en cada enfermo o anciano, ya se encuentre en casa, o en hospitales o residencias, con quien se muestran misericordiosos y con quien tratan de vivir un auténtico encuentro espiritual con Cristo.
¿Cómo describiría este grupo parroquial?
Diverso en edad, unido en el mismo deseo y abierto a una formación constante que vigorice sus mejores deseos como respuesta a la necesidad que sienten de testimoniar su fe en obras de misericordia, de caridad. Es digno de resaltar la respuesta pronta de cada uno de sus integrantes a la llamada realizada en las eucaristías dominicales para fortalecer dicha pastoral por el debilitamiento en que había caído por la incidencia del COVID, las enfermedades y limitaciones por la edad de los anteriores agentes.
¿Con cuántos miembros cuenta?
El número apostólico, doce, son sus integrantes actualmente, habiéndose quedado descolgados algunos que por razones diversas no han podido hacerse presentes en los momentos de formación. La edad va desde la flor de la juventud hasta quienes ya peinan canas, con profesiones diversas: profesorado, ATS, trabajadores por cuenta ajena, autónomos, jubilados; de estado, algunos solteros y otros casados.
¿Cuáles son las atribuciones de estos voluntarios?
El grupo conformado recientemente está en proceso de formación. Una formación en doble dirección, al menos.:
· Primero, fortalecer la fe, el espíritu. Todo desde Cristo y con Cristo, a quien hemos de buscar y seguir en todos nuestros momentos de la vida, en nuestros quehaceres, etc. Como decía San Felipe Neri, «Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace».
· Segundo, la buena voluntad no es suficiente para afrontar las múltiples situaciones y vivencias que el agente de pastoral de la salud pueda encontrarse en su misión de ser portador del amor del Señor para los enfermos y los ancianos, se necesita formación espiritual y, valga la expresión, técnica de saber estar, comprender, conocer…
Los agentes de Pastoral de la Salud, en estos momentos, visitan a los enfermos acompañando al sacerdote para darse a conocer, en el deseo de afianzar lazos que hagan posible en un futuro no lejano su presencia cercana y respetuosa en la casa, hospital o residencia del enfermo o anciano.
Finalmente, nuestro vicario parroquial ha hecho un llamamiento para que más fieles se sumen a este apostolado.
El momento que vivimos como creyentes en una sociedad supertecnificada e inversamente deshumanizada, secularizada y en alto grado desconfiada, nos pide a los agentes de Pastoral de la Salud fe viva, autenticidad, orar y fortalecer la fe celebrando la Eucaristía sintiéndonos piedras vivas de la comunidad parroquial. No valen los voluntarismos y los “buenismos” de los francotiradores.
Los agentes de la Pastoral de la Salud necesitan apoyo -rezar por ellos y los enfermos- y apertura de puertas, las físicas y las del corazón, para acogerlos como enviados de la comunidad parroquial que desean prolongar la acción de Jesús con los enfermos, los ancianos, los que viven en soledad mostrando la ternura de Dios hacia los que sufren y ayudándolos a vivir o superar su situación.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expresado, el pasado domingo día 16 de febrero, en la Misa de la Comunidad Parroquial fueron presentados los agentes de Pastoral -no todos pudieron asistir- para que la comunidad parroquial asuma esta misión como propia, aunque solo unos pocos fueron enviados por el párroco en nombre del Señor para que transmitan a quienes van a visitar o acompañar en sus casas, en los hospitales o en las residencias la misericordia y el amor de Dios y el acompañamiento de esta comunidad de San José y Santa María.
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