CATÓLICOS EN SEVILLA –
‘Gobernanza ética e inteligencia artificial‘ ha sido el tema de la vigésimo segunda edición del Encuentro de Pensamiento Cristiano que organiza la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar y que se ha celebrado esta tarde en el salón Beato Marcelo Spínola del Arzobispado de Sevilla. Esta edición ha sido presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, y ha contado con as intervenciones centrales de Agustín Domingo Moratalla, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Valencia; y del consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela.
Tras la intervención inicial del delegado diocesano, Enrique Belloso, ha intervenido monseñor Saiz Meneses, que ha comenzado diciendo que «la Iglesia no teme la novedad». En este sentido, ha señalado que «fiel a su tradición, intenta discernir las realidades emergentes a la luz del Evangelio. Cada época -ha añadido- ha planteado desafíos que reclamaban una palabra serena, lúcida y esperanzadora».
Tras las intervenciones de Domingo Moratalla y Paradela, se inició un interesante debate moderado por el director de COPE Sevilla, Joaquín López-Sáez. El encuentro contó con la participación de un centenar de personas representantes de sectores políticos, empresariales, culturales, mediáticos y eclesiales de Sevilla.
Finalmente tomó la palabra de nuevo monseñor Saiz Maneses, que afirmó que la ciencia debe estar al servicio de la persona, y que «el hombre no puede ser reducido a un algoritmo». Fue más allá: «La inteligencia humana no puede equipararse a los procesos estadísticos o funcionales de una máquina». Aludiendo al documento ‘Antiqua et Nova‘, el arzobispo subrayó una distinción esencial para «evitar confusiones antropológicas y riesgos éticos de enorme calado»: «la inteligencia artificial no constituye una forma de inteligencia en sentido propio, sino uno de los productos de la inteligencia humana», apuntó.
«Llamados a ser fermento de esperanza»
Seguidamente aportó tres claves del pensamiento del papa León XIV sobre la inteligencia artificial: Una visión antropológica sólida, la urgencia de un marco ético y normativo global y, finalmente, la llamada a «la sabiduría del corazón». Monseñor Saiz Meneses ofreció también una reflexión sobre los riesgos y oportunidades que comporta la inteligencia artificial, y se hizo una pregunta: «¿Quién orientará este proceso?». La iglesia propone situar en el centro «la responsabilidad moral», añadió.
En la parte final de su alocución, se detuvo en esa aportación cristiana, que se basa en la custodia de la dignidad humana. «No venimos aquí a cerrar puertas, sino a ofrecer una síntesis equilibrada, abierta a la verdad y guiada por la caridad», afirmó. Don José Ángel cerró el encuentro señalando que «los cristianos somos llamados a ser fermento de esperanza, contribuyendo a que la inteligencia artificial sea un instrumento de bien, un camino para una sociedad más justa y fraterna».
GALERÍA del acto
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