CATÓLICOS EN VALENCIA – El Arzobispo, en la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, anima a ser “comunidades vivas y discípulos misioneros”

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Presenta orientaciones para iniciar procesos de conversión pastoral en los próximos años en la archidiócesis

Víctor Gutiérrez / Medios de Comunicación Arzobispado de Valencia

El Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, ha presidido hoy, jueves, en el Seminario Mayor de Moncada la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote en la que ha presentado orientaciones para iniciar procesos de conversión pastoral en los próximos años en la archidiócesis, para ser “comunidades vivas y discípulos misioneros”, y que ha incluido el homenaje a los presbíteros que han cumplido 60, 50 y 25 años de ordenación sacerdotal.

La finalidad de las orientaciones anunciadas hoy por el Arzobispo es concienciar de “la necesidad de iniciar en nuestras parroquias procesos de conversión pastoral que hagan de ellas comunidades vivas capaces de engendrar discípulos misioneros”, tal y como indica el documento presentado esta mañana.

Las orientaciones pretenden “ofrecer unas pautas en las que todos nos pudiéramos sentir identificados y que nos puedan dar algunas herramientas para afrontar los retos del momento presente, de modo que lleguemos a tener algunos criterios comunes para afrontar la necesaria conversión pastoral”, ha señalado el Arzobispo.

La redacción de esta propuesta pastoral ha sido coordinada por una comisión diocesana desde la Vicaria de Evangelización, en la que se ha querido destacar que se trata de orientaciones “conectadas con las necesidades reales y deben tender a transformar el estilo de la pastoral actual”; “que se asuman a través de un proceso orante y de discernimiento y genere ilusión y esperanza”; “deben concretarse en pasos concretos y evaluables, que sean realistas y posibles” y deben ser un objetivo común “de todas las instituciones diocesanas”, señala el documento.

Para la consideración de las orientaciones se ha llevado a cabo “un análisis sobre las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades de la archidiócesis”, fruto de la reflexión desde distintos ámbitos de la situación que vive actualmente la Iglesia diocesana.

Visita pastoral el próximo curso

Igualmente, monseñor Benavent ha anunciado el inicio el próximo curso de una visita pastoral que “puede ser un medio adecuado para ir poniendo en práctica estas orientaciones pastorales y estos objetivos, comprometiéndonos todos a una revisión de nuestra vida eclesial”. Por esta razón, el Arzobispo propone la organización de grupos de reflexión y oración en parroquias, colegios, delegaciones, grupos y movimientos de la diócesis, “con la ayuda de equipos de apoyo creados desde la Vicaría de Evangelización para aquellos que lo soliciten”.

Finalmente, dirigiéndose a los sacerdotes, el Arzobispo les ha animado a dar testimonio “con nuestra fraternidad sacerdotal, de que es posible enriquecernos desde las diferencias y caminar en la unidad del Espíritu, como nos pedía el papa León en este recién celebrado Pentecostés”.

Daniel Juan, en representación del 25 aniversario de ordenación sacerdotal

En representación de los sacerdotes que cumplen sus bodas de plata, ha dirigido unas palabras Daniel Juan Tortosa, perteneciente a esta misma promoción, quien ha asegurado que “en este cuarto de siglo hemos atravesado alegrías intensas y también momentos oscuros” pero “hay que mirar hacia adelante no con temor, sino con esperanza”, refiriéndose al Jubileo que estamos celebrando en 2025.

“Si algo nos deja claro de este aniversario es que el mundo también ha cambiado radicalmente desde que fuimos ordenados en el año 2000”. Los avances tecnológicos “también nos plantean un reto enorme como sacerdotes”, ha afirmado. “Porque si la gente busca respuestas en una máquina antes que en una parroquia, tenemos que preguntarnos qué ofrecemos nosotros que no pueda ofrecer un algoritmo. Y la respuesta, hermanos, no está en la velocidad ni en la información, sino en lo que el Evangelio siempre ha dado, presencia, acompañamiento, humanidad, cercanía, verdad”.

En ese sentido, Daniel Juan ha asegurado que “tenemos que saber estar con verdad, con fe y con rostro humano. Nuestra misión no es competir con la tecnología, sino ser testigos del amor, y eso no se puede programar. Porque por más que la inteligencia artificial crezca, la fe sigue siendo un acto del corazón”.

José Ramón Crespo, en representación del 50 aniversario de ordenación sacerdotal

Por su parte, Jose Ramón Crespo, en representación de los sacerdotes que cumplen 50 años de sacerdocio, ha recordado que tras su ordenación en el año 1975 “vivimos años muy intensos en nuestro camino hacia el sacerdocio, con un gran optimismo ante los cambios y especialmente ante las reformas litúrgicas”.

“Fueron años difíciles e intensos” tanto eclesial como socialmente, ha señalado. “Cincuenta años después aquí estamos, ha sido para todos nosotros una verdadera cascada de gracias y de bendiciones. Amar a Cristo y a su Iglesia ha sido lo mejor que nos ha podido pasar a todos.Y pensar que, a pesar de nuestros pecados, no se ha frustrado la gracia de Dios en nosotros es verdaderamente conmovedor”.

Proceso de redacción de unas orientaciones pastorales para los futuros años en la diócesis

Durante los encuentros celebrados en estos dos últimos años con los sacerdotes, organismos diocesanos, Consejo presbiteral y Consejo diocesano de pastoral, se ha visto la necesidad de ofrecer a la diócesis unas orientaciones pastorales que puedan servir de guía para la vida de la diócesis durante los próximos años. Se trataría de ofrecer unas pautas para afrontar los retos del momento presente.

“Comunidades vivas, discípulos misioneros”

De esta manera, el Arzobispo señala que “todo cristiano es necesariamente misionero”, y asegura que “la conversión pastoral no es un fin en sí misma, sino un medio para recuperar e impulsar la misión evangelizadora que como Iglesia tenemos”. Por tanto, “no se trata de un juicio ni de una amenaza, sino de la necesidad de una reflexión sobre cómo nos debemos situar ante este mundo nuevo y sobre los métodos que podemos usar para que la palabra del Evangelio llame la atención.”

En este sentido, el Arzobispo recuerda que “si miramos la historia de la Iglesia y, más en concreto de nuestra diócesis, podemos decir que esta inquietud no es nueva, sino que, a partir del Concilio Vaticano II, hemos vivido acontecimientos que podríamos calificar como momentos de conversión ‘pastoral’ o ‘eclesial’.

“Escucha de la Palabra de Dios, la oración en común y el diálogo fraterno”

La propuesta del Arzobispo también desarrolla algunos de los elementos que deben incluir estas orientaciones, principalmente “la conversación en el Espíritu como método para asimilarlas”. Se trata de una metodología que incluye la escucha de la Palabra de Dios, la oración en común y el diálogo fraterno en actitud de escucha; que excluye el debate y la confrontación entre las distintas perspectivas y concluye resaltando los elementos en los que ha habido comunión”, señala Mons. Benavent.

Las orientaciones también incluyen “la conversión personal” y “la comunión presbiteral”. Además, esta propuesta pastoral debe estar marcada por el proceso sinodal que está viviendo la Iglesia y debe incluir “procesos de reestructuración diocesana allí donde sea necesario”, por lo que habrá que “crear un grupo de estudio que, en coordinación con los arciprestazgos vaya diseñando lo que puede ser una reforma estructural en nuestra diócesis en el horizonte del año 2033, en que celebraremos el jubileo de la Redención”.

DOCUMENTO DE LAS ORIENTACIONES PASTORALES

SACERDOTES HOMENAJEADOS: 25, 50 y 60 AÑOS DE ORDENACIÓN

Los sacerdotes ordenados en 2000, que celebran sus bodas de plata son: José Miguel Cañamás Roig, José Abel Coll Navarro, Francisco Corcoles Bordera (Salesiano), Simón Alberto (Escolapio)
De los Santos Medina, Francisco José Ferrer Bravo, Jorge García Monsalve, Daniel Juan Tortosa, Luis Ramón Martínez López, José Vicente Olmos Planells, José Francisco (Legionario de Cristo) Pedrosa Sánchez, Manuel Antonio Romero González, Francisco Javier Ruiz López, Francisco Javier Sánchez Soto, y Miguel Ángel Sargues González.

Por su parte, los sacerdotes ordenados en 1975 que cumplen sus bodas de oro son: Andrés Asensio Bellver, Vicente (Opus Dei) Aterido Rodríguez de Torres, Mario Bataller Martínez, Carlos (Opus Dei) Cremades Sanz-Pastor, José Ramón Crespo López, Evaristo (Opus Dei) De Vicente Pachés, Rigoberto Donat Sanmartín, Fermín (Orionista) Fernández Fernández, Bartolomé Ferrando Bargues, Andrés de Sales Ferri Chulio, Francisco Gálvez Clavel, Juan José Llorens Llorens, Enrique Montalt Alcayde, Juan Salvador Murgui Copoví, José María Payá Mataix, José María Ramos García, Miguel Agustín Romero Llopis, Joan Ruix Contelles, Rafael Vaello Cambra, Ismael Santiago Valls Cerdá, y José Vidal Taléns.

Igualmente, en la celebración del jueves se rendirá homenaje a los presbíteros que recibieron su ordenación sacerdotal en 1965, por su 60 aniversario: Juan Borrás Juan, Miguel Cataluña Rigoberto, Manuel Cerdá Aparicio, Jaime Pellicer Pellicer, y Antonio Santiago García.


La fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote fue introducida por la Iglesia a propuesta de quien fuera arzobispo de Valencia monseñor José María García Lahiguera (Navarra, 1903-Madrid, 1989)

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