El 16 y 17 de octubre se conmemoran, respectivamente, los Días de la Alimentación y de la Erradicación de la Pobreza, jornadas en las que parte del mundo vuelve sus ojos hacia los más desfavorecidos y vulnerables y en las que Manos Unidas denuncia un drama que no solo es una cuestión de carencia, sino el fruto “de un injusticia arraigada y aceptada que afecta a las vidas de millones de personas en el mundo”.
Concretamente, Manuel Gordillo, delegado de Manos Unidas Sevilla, ha declarado que «comer es un privilegio que muchos no tienen» y ha denunciado que «millones de personas en el mundo sufren malnutrición crónica». Al respecto, ha informado de que Manos Unidas Sevilla apoya anualmente 24 proyectos de desarrollo, de los cuales este año el 25 % va destinado a alimentación y medios de vida. «Con la colaboración de todas las personas que forman parte de la Delegación de Sevilla, Manos Unidas puede desarrollar proyectos que buscan frenar la malnutrición. Este es nuestro granito de arena en la lucha contra el hambre», ha añadido.
Por su parte, desde Manos Unidas Nacional, explican que las consecuencias del maltrato al planeta afectan en mayor medida a la población rural empobrecida. Además, “el acaparamiento de tierras, la producción intensiva de biocombustibles, la cría industrial de ganado, la pérdida y el desperdicio de alimentos, y la especulación con el precio de los alimentos, son algunos de esos factores que tienen como resultado que casi 733 millones de personas pasen hambre en el mundo; es decir: una de cada once personas no tiene suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Una cifra ante la que nadie puede quedar indiferente”, ha señalado Marco Gordillo, coordinador del Departamento de Incidencia y Alianzas de Manos Unidas.
Con estas cifras “urge actuar y asegurar que el acceso a alimentos nutritivos y suficientes sea una realidad para todos”, declaran desde Manos Unidas. Según Fidèle Podga, coordinador del Departamento de Estudios y Documentación de la ONG de la Iglesia Católica “son sobre todo las poblaciones rurales las que encuentran mayores dificultades para alimentarse. Sabemos que dependen todavía de una agricultura muy vulnerable al cambio climático cuyos fenómenos, por desgracia, suelen ser recurrentes. Así, cuando las lluvias no son suficientes o cuando hay inundaciones, no hay cosechas, y si no hay cosechas, hay hambre. Sabemos dónde esos fenómenos meteorológicos adversos se dan con cierta regularidad: Corredor Seco Centroamericano: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua o Sahel y el Cuerno de África. Por desgracia, poco se hace para garantizar el derecho a la alimentación en esos lugares”.
El trabajo de Manos Unidas contra el hambre
Manos Unidas ha aprobado más de 500 proyectos en los últimos cinco años, invirtiendo casi 50 millones de euros en iniciativas que buscan frenar la desnutrición y erradicar la pobreza en los países del Sur. Estos proyectos se concentran en Asia, África y América Latina y tienen como objetivo maximizar la producción alimentaria para erradicar la pobreza y el hambre en el mundo, minimizando el alto coste ambiental al contaminar el aire, el suelo y el agua.
The post “Comer no es un privilegio, es un derecho universal”, recuerda Manos Unidas en los días de la Alimentación y de la Erradicación de la Pobreza first appeared on Archidiócesis de Sevilla.