Amaneció un sábado soleado, nada que ver con la lluviosa tarde anterior. Un día luminoso, a juego con la alegría de los casi 330 niños de toda la provincia se dieran cita en el encuentro preparado para ellos unas semanas antes de que hagan su Primera Comunión. Los patios del colegio diocesano Pablo VI eran un hervidero alegre de risas, juegos para romper el hielo, gritos y muchas ganas de pasar una jornada juntos. Tras la acogida festiva, comenzó la oración inicial, amenizada con la música y las voces de los seminaristas abulenses. Los niños, muy pendientes y en actitud orante, rezaron juntos por los frutos del encuentro, y escucharon de sus propios compañeros lo que para ellos significa acercarse próximamente al Sacramento de la Eucaristía. Incluso compartieron su experiencia positiva con las catequesis, confesando que al principio no estaban seguros de que les fuera a gustar, pero que ahora animarían a otros niños «al menos a probar».
Y la Eucaristía, precisamente, fue el hilo central de la yincana que se desarrolló en las aulas del centro educativos. Distintos itinerarios y diferentes pruebas para comprender las distintas partes de la liturgia y la vocación a la que todos estamos llamados. Todo ello en consonancia con ese congreso nacional de vocaciones que vivimos hace unos meses, y que volvía a plantear la misma pregunta de su lema, ahora a los niños: «para quién soy?».
Una mención especial para «la tienda del Encuentro», el altar ubicado en el propio gimnasio, por donde pasaron todos los grupos de las distintas parroquias, con una actitud de silencio y respeto que emocionaba.
Llegó el momento de la comida, que los niños disfrutaron entre risas y juegos en los patios del colegio, donde también se ubicaron distintos talleres que hicieron las delicias de los niños. Agradecemos a los jóvenes voluntarios del colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora, del programa de Infancia de Cáritas, de la Delegación de Enseñanza de la diócesis, los seminaristas y voluntarios de la Delegación de Misiones, su labor desinteresada y su alegría compartida y testimonial con los niños.
Tras este momento de esparcimiento, llegó el plato fuerte del día: en pleno Año Santo, los niños pudieron peregrinar a pie desde el colegio (ubicado en la zona sur de la capital), cuesta arriba hacia la Catedral, templo jubilar en este 2025. La música y las ganas de los pequeños hicieron que el empinado camino fuera muy llevadero. Al llegar a la plaza del Mercado Grande, sorprendieron a muchos turistas, que se pararon para verles pasar con sus pancartas y sus canciones, preguntándose por qué estaban tan alegres. Una alegría que contagiaba a todos los viandantes.
Al llegar a la Catedral, les esperaba nuestro obispo Don Jesús, quien les invitó a pasar al interior del templo para así poder ganar el Jubileo. Casi no cabían en la nave central, por lo que muchos de ellos no dudaron en echarse al suelo para poder seguir las explicaciones de D. Raúl, el responsable de la Pastoral Vocacional en la diócesis, quien les contó, como si de una catequesis plástica se tratara, todos los entresijos del retablo del altar mayor.
Para finalizar. Mons. Rico tomó la palabra, mostrando su alegría «por ver a tantos niños». Les pidió, eso sí, que la Primera Comunión que van a recibir «no sea la última». «Jesús te llama. Y ese camino a veces es como el que habéis traído hasta aquí, que cuesta un poco, que cansa. Pero no os desaniméis porque merece la pena ser peregrinos de esperanza», concluyó antes de darles la bendición.
Un momento de oración conjunta dio por finalizado este Encuentro, que ha cumplido su sexta edición, y que de nuevo fue un tiempo de alegría compartida por todos los niños que este año van a realizar su Primera Comunión.
La entrada La alegría de los niños por ser peregrinos de esperanza se publicó primero en Diócesis de Ávila.
————————————————————————————————————————————————————————————
El anterior contenido fue publicado en: