Todavía inmersos en el año jubilar, el Equipo Provincial de Animación Pastoral (EPAP), organizó en este pasado fin de semana el Encuentro de agentes y responsables PIJV para proponer, de cara al curso que estamos comenzando, un nuevo impulso a la pastoral con jóvenes. Así, en la casa de Los Molinos, los días 20 y 21, los misioneros Luis Arribas, Miguel Ángel Velasco, Miguel Tombilla y Luis Manuel Suárez, coordinadores de esta iniciativa, congregaron a más de 50 personas, entre claretianos y laicos, a fin de cambiar el registro y situarnos en verdadero estado de misión, saliendo al encuentro de la humanidad herida para sembrar esperanza.
Desde hace tiempo, nuestra provincia, como toda la Iglesia en España, viene realizando un enorme esfuerzo en todo lo que respecta a la evangelización de los jóvenes, y así lo puso de relieve el P. Miguel Ángel Velasco en la primera intervención del encuentro, el sábado por la mañana, recordando la trayectoria pastoral de los claretianos de Santiago en los proyectos trabajados desde equipos anteriores a este. A renglón seguido, Luis Arribas, prefecto de apostolado, presentó la intervención de Daniel Díaz-Rincón, laico responsable de jóvenes de Acción Católica General. De tal modo, Díaz-Rincón esbozó las líneas maestras del Proyecto Marco de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Española, bautizado bajo el nombre ‘¡Poneos en camino!’. “Se trata de un proyecto para los jóvenes y con los jóvenes”, enfatizó el ponente, implicado en el proceso de elaboración del documento que fue aprobado en Asamblea Plenaria en el pasado mes de noviembre de 2024 y está publicado por EDICE. El texto se estructura en torno a tres ejes o metas volantes, que coinciden con tres momentos del encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús y con el método de trabajo sugerido por el papa Francisco en el Sínodo de los Jóvenes y en la Christus vivit: cuando camina con ellos (reconocer), cuando se les abren los ojos (interpretar) y cuando se ponen en camino (elegir).
Tras la presentación del documento, se compartieron los primeros ecos de lo escuchado. Desde ellos, se dispuso un momento para trabajar por grupos en lo que se acertó a denominar los seis núcleos generativos: camino con jóvenes, anuncio, crecimiento, acompañamiento, vocación y misión. “Necesitamos una pastoral que camine hacia los alejados, y que sepa acompañarlos hasta reconocer a Jesús”, concluyeron los organizadores del encuentro.
La tarde del primer día se abrió con una exposición en torno al reciente Congreso Nacional de Vocaciones celebrado este año en Madrid, que corrió a cargo del P. Luis Manuel Suárez, quien formó parte activa de la organización de todo aquel trabajo, -y del previo-, desde la encomienda que ha llevado a cabo estos últimos años en la CONFER. Así, el misionero actualizó y ‘claretianizó’ las conclusiones de aquel Congreso celebrado en febrero, subrayando las llamadas que de él se infieren y acercándolas a nuestra propia manera de entender la pastoral vocacional. Desde este punto, se abrió un rico diálogo por grupos que ocupó todo el trabajo hasta la cena. “En efecto, nos preocupa la falta de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Pero sobre todo nos preocupa que la existencia no se entienda y viva como vocación. Esto ocurre en todos los ámbitos sociales. Está en crisis entender la vida como vocación, y con ello la comprensión de lo que somos. La cultura actual propone un modelo de ‘hombre sin vocación’, totalmente autónomo, señor de su vida y existencia, sin apertura ni referencia alguna a Dios, donde cada cual opta o elige un camino según sus propios deseos. Esto tiene una incidencia directa cuando hablamos de plantear el futuro de niños y jóvenes de nuestras posiciones provinciales”, concluyeron los organizadores.
Y todo lo hablado “nos mueve a una pastoral vocacional centrada en fomentar la amistad con Cristo y capaz de ayudar a cada persona a descubrir su lugar en la comunidad cristiana”. Para ello, es importante “abrirse a la familia claretiana, y al trabajo con otras partes de la Iglesia”. Así también, “reforzar el primer anuncio y cualificarnos para el acompañamiento”. Por último, “ofrecer discernimiento para las distintas formas de vida cristiana, aprovechando programas propios como las convivencias vocacionales o el programa Monte Horeb; además, proponer misión, con momentos y experiencias de nuestra Fundación Proclade o las celebraciones de la pascua misionera”.
Al día siguiente, domingo, después del rezo de laudes el encuentro dedicó la mañana a recordar y revisar actividades de verano, proponiendo distintas actividades de cara a este curso y a los meses de descanso. Antes, el P. Luis, en nombre del misionero Miguel Tombilla, explicó el ofrecimiento que el área de Solidaridad y Misión propone como parte trasversal a toda nuestra acción pastoral: diversos materiales, experiencias de voluntariado, jornadas misioneras y la bien conocida ‘Hoja de SyM’, que incluye la labor que se hace fuera y dentro de nuestras fronteras. Por su parte, el P. Miguel Ángel Velasco puso en conocimiento de los asistentes los pasos que se han ido dando en el Plan de Evangelización Institucional (PEvI).
El encuentro combinó los momentos de convivencia, reflexión y trabajo con otros de oración y celebración. Muestra de estos últimos fueron las eucaristías. La primera, el sábado, fue presidida por el superior provincial, Adolfo Lamata. La del domingo, por Antonio Nguyen; y concelebrada por Diego González, en el día de su 25º aniversario de profesión religiosa. Otros momentos de oración, como la vigilia del sábado por la noche, fue coordinada por Rubén Francisco Moro, pastoralista de los Colegios Mayores de la provincia.