En la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, Mercedes Marcos invita a dejarnos interpelar por la pregunta de Jesús a sus discípulos, y que hoy nos hace a cada uno de nosotros: “¿Quién soy Yo para ti?”, y a responder siendo “pequeñas piedras vivas que sostienen su Iglesia”
En esta festividad de San Pedro y San Pablo se proclama el evangelio de Mateo 16, 13-19.
En él destaco hoy dos preguntas que hace Jesús a sus discípulos:
“¿Quién dice la gente que soy Yo?”
“¿Quién decís vosotros que soy Yo?”
En nuestro mundo, lleno de pantallas y distracciones, no sé cuántos querrían responder a esta pregunta, ni cuantos la obviarían.
Jesús, no obstante, sigue hoy haciéndonos esa pregunta a cada uno: ¿Quién soy Yo para ti?
Desde la teoría, no me parece difícil la respuesta: Jesús es Dios hecho hombre, el Enmanuel, el Dios en nuestra piel, Dios a nuestro lado.
Otra cosa será el actuar en consecuencia: vivir cada día reconociendo quién es Dios para mí, queriendo saber más y más de Él, como verdadera enamorada, y estar decidida a seguirle, a imitarle, a ser de su equipo.
Me parece que Pedro también respondió con rapidez, desde lo aprendido del Maestro y con la revelación del Padre, y así Jesús le contesta: “Bienaventurado tú, Simón”. Con estas palabras, le muestra Jesús, la dicha, la bienaventuranza de ser reconocido por Dios. De ese reconocimiento Jesús hace su obra, a pesar de nuestra pobreza.
Pero me sobrecoge, y admiro aún más, lo que sigue en la respuesta de Jesús: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Me desborda el atrevimiento de Jesús que, aun conociendo el pecado y la fragilidad de Pedro, es capaz de confiarle el timón de la Iglesia.
Así es Dios: nos ama como somos, pero nos sueña santos. Nos ve siempre como promesa, como lo que podemos llegar a ser, apostando por la semilla que ha puesto en cada uno.
Aprovechemos esta buena noticia para dejarnos también nosotros ser preguntados por Cristo: ¿Quién soy Yo para ti? Y contestemos de corazón, con la ayuda del Espíritu que hemos recibido, seguros de que Él nos mirará y ayudará a que cada uno seamos lo que Dios espera de nosotros, que seamos pequeñas piedras vivas que sostienen su Iglesia.
Pidamos, además, en este día por el papa León, nuestro Pastor, y pidamos para querer seguir su lema, siendo esas piedras vivas y unidas en Cristo.
¡Ánimo y buen domingo!
Mercedes Marcos, Talleres de Oración y Vida
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