CATÓLICOS EN SEVILLA –
En el contexto del Encuentro Diocesano de la Esperanza, que acoge la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, la mañana de este sábado 29 de noviembre, monseñor Luis Marín, subsecretario del Sínodo, mantuvo un diálogo común con Maribel Medina, seglar de Salesianos Cooperadores; Manuel Jiménez, delegado diocesano para la Pastoral con Jóvenes y Rosa María García, religiosa de Nuestra Señora de Consolación. El coloquio ha sido moderado por el periodista Joaquín López- Sáez, director de Cope Sevilla.
Maribel Merina, vocal del Consejo Provincial de las Asociación Salesianos Cooperadores de María Auxiliadora, desarrolla su vida profesional en el mundo de la educación y es también muy cercana al mundo de las hermandades, la formación y acción social a través de su hermandad de la Soledad de San Lorenzo. Su intervención estuvo relacionada en cómo recuperar y reafirmar la identidad bautismal, para que el cristiano sea corresponsable en la vida y misión de la Iglesia, en la parroquia y en la diócesis.
Al respecto, monseñor Marín dijo que es necesario “poner en marcha los talentos que Dios nos ha dado. Necesitamos recuperar la conciencia de Quién es Aquel que se nos da y despojarnos así de la ‘rutinización de la fe’”.
Caminar juntos
Por su parte, el sacerdote Manuel Jiménez, delegado diocesano para la Pastoral con Jóvenes, ahondó en la necesidad de caminar juntos como Iglesia diocesana, dando respuesta profética a los desafíos actuales y la polarización de nuestras sociedades. Al respecto, monseñor Marín refirió la necesidad de “recuperar la dimensión profética”. Sobre este aspecto enumeró tres ideas centrales “que deben estar unidas”. “La pasión por la verdad, unión íntima con Dios y disponibilidad para entregar la propia vida. Todo cristiano es profeta”. En este sentido “debemos trabajar por una Iglesia que sea hogar”.
Asimismo, ofreció algunas pistas. “Lo primero es desarmar el corazón, ya está bien de la trinchera y el rifle, es necesario ver al otro como un hermano y hermana”. En segundo lugar “promover la interrelación, no ser entes aislados. La diócesis tiene derecho a que yo la enriquezca con mi carisma y que otros me enriquezcan a mí también, siempre de la unidad de fe”.
Finalmente, Rosa María García, hermana de Ntra. Sra. de Consolación, habló de la opción por los pobres para transformar la misión dentro de las comunidades y de la Iglesia local. Sobre este particular, monseñor Marín manifestó que «los pobres están en el centro de la Iglesia, no es exclusivismo, pero sí preferencialidad». Añadió que «el amor se propone, no se impone, pero la opción del amor es la opción evangélica». Animó a leer la exhortación apostólica Dilexi Te, del papa León XIV.
Otros de los temas abordados en el coloquio planteados por los participantes desde el auditorio fueron los pasos concretos necesarios para fomentar una mayor corresponsabilidad entre ministros ordenados y laicos, superando así el clericalismo. Monseñor Luis Marín destacó algunos aspectos para fortalecer los consejos de pastoral y otros organismos de participación para que sean espacios de escucha, consultan, diálogo y discernimiento.
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