🧊 Ducha fría (antes o después del ejercicio)
Beneficios:
- Antes del ejercicio: puede activarte, mejorar la circulación y despertarte si estás cansado.
- Después del ejercicio: ayuda a reducir la inflamación, el dolor muscular y la sensación de fatiga (como una versión casera de la crioterapia).
Cómo hacerlo:
- Empieza con agua tibia y ve bajando la temperatura.
- No necesitas más de 2–3 minutos de agua fría para sentir beneficios.
- Enfoca el agua en piernas y brazos si fue un día de entrenamiento intenso.
🔥 Ducha caliente (más relajante y regeneradora)
Beneficios:
- Ideal antes del ejercicio si tienes músculos tensos o rigidez (por ejemplo, al levantarte).
- Ayuda a relajar los músculos, aumentar el flujo sanguíneo y preparar el cuerpo.
- También útil después del ejercicio si buscas relajarte más que enfriar.
♨️ Ducha contraste (alternar caliente y fría)
Este método lo usan atletas y tiene buenos resultados para la recuperación muscular.
Cómo hacerlo:
- 2 minutos de agua caliente.
- 30 segundos – 1 minuto de agua fría.
- Repetir 3–4 veces.
- Terminar con agua fría.
Beneficios:
- Mejora la circulación.
- Acelera la recuperación muscular.
- Estimula el sistema nervioso.
🧼 Extras útiles
- Usar un gel con mentol o eucalipto puede dar sensación de frescor muscular.
- Masajear las piernas o la espalda con una esponja o cepillo mejora la circulación.
- Puedes aplicar cremas musculares o aceites esenciales después de la ducha para potenciar la recuperación.